En los diarios de Madrid del domingo no había bastante portada para la manifestación en el mismo Madrid contra el juicio al procés en el Tribunal Supremo. Hoy les sobra para publicar titulares amenazantes contra el president Torra si no descuelga los lazos amarillos y esteladas del Palau de la Generalitat y de otros edificios públicos, de acuerdo con las resoluciones de la Junta Electoral Central (JEC). Este es un órgano fiscalizador que ya ha demostrado su sesgo al multar TV3 u obligarla más de una vez a modificar su programación o a "compensarla" porque no les gustaban las decisiones de los profesionales de la casa.

Cada diario destaca en su portada aquello que más le apetece de la manera que mejor le parece. Estas decisiones, sin embargo, lo retratan. Que tantos hayan decidido promocionar la polémica de los lazos amarillos como el asunto más importante del día los pinta de arriba abajo. Dirás que es relativo. Sí señor, relativo a los restantes asuntos de portada, que valoran como menos importantes: el acuerdo para evitar la segregación en las escuelas, las carencias del Hospital Clínic de Barcelona, el atentado de Utrecht o... escoge lo que te parezca. De todo este embrollo sólo se desmarcan El PaísAra —enhorabuena. El resto son una demostración (otra) que las portadas son más trinchera de combate que un recuento de los asuntos sustanciales del día.

Dirán que sólo informan del litigio entre la Junta Electoral y el Govern, pero los mismos diarios que han ignorado a los escuadrones de encapuchados que retiran lazos, pancartas y carteles son los que ahora se escandalizan ante la resistencia del Govern a descolgarlos —a "limpiar" los edificios públicos, como dice La Razón, cargando las palabras.

EP

AHORA

LV

EPC

HOY

ME

ABC

LR

A la viata de que el litigio les parece tan decisivo, es una lástima, que ningún diario cuestione las decisiones de la JEC. ¿"Neutralidad" equivale a "oficialidad"? ¿Por qué las esteladas no son neutrales y las banderas españolas que ondean en los edificios oficiales sí? ¿La JEC defiende la neutralidad o, para hacerlo, tendría que ordenar retirar todos los emblemas políticos, también los que produce el Estado como manifestación de otro nacionalismo que incomoda y molesta a tantos ciudadanos? ¿O es que estos ciudadanos son menos o tienen que fastidiarse? Etcétera.

Hace diez años, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falló (pdf) que las escuelas públicas italianas podían mantener el crucifijo en sus aulas, porque no perjudicaba ni la libertad religiosa y de pensamiento de los no cristianos, ni la neutralidad del Estado en materia de religión y creencias. La sentencia es larga. En resumen, señala que "un crucifijo en la pared es un símbolo esencialmente pasivo, y eso es importante en particular por lo que hace al principio de neutralidad (...). No se le puede atribuir una influencia sobre los alumnos comparable al discurso didáctico o la participación en actividades religiosas". El crucifijo tampoco indica "que las autoridades sean intolerantes con los alumnos de otras religiones, los no creyentes, o los que de convicciones no religiosas", ni perjudica el derecho de los padres "a [...] ejercer las funciones naturales de educadores de sus hijos y guiarlos de acuerdo con sus convicciones". En fin, que la "neutralidad" no es una pared en blanco.

Adapta estos principios al enredo de las esteladas y los lazos amarillos en edificios públicos, etcétera, y tienes un buen debate sobre la libertad de los ciudadanos y las manifestaciones públicas de las autoridades. Pero claro, este no es el debate que interesa a los diarios.

Foto: trinchera británica en la batalla de Paschendaele (1917)