Los diarios de Madrid continúan hoy la operación blanqueo de los acuerdos de PP y Cs con la ultraderecha de Vox en Andalucía. Da la impresión que están en fase de encontrar nombre a la cosa para no explicarlo a vuelapluma|tal cual, que es lo que hacen los diarios de Barcelona: Vox manda y no sabemos a qué precio.
El Mundo lo denomina "alianza" (como en "Santa Alianza"). La Razón, "vía andaluza" (como en "vía eslovena"), y lo festeja como "el primer pacto", insuando que vendrán otros. ABC no lo lleva en portada, confirmando las sospechas de que les da vergüenza o que ya les va bien. El País, que desde hace días está en medio de una maniobra de salvamento de Cs, les compra el relato de que la culpa es del PP, que "empuja" a los de Rivera a aceptar los votos de Vox, partido al que describen como "extrema derecha". Pobrecitos, los de Cs. Ellos no querían, pero hay que desalojar al PSOE y se ven obligados a hacerlo con la nariz tapada. Qué malos, esos del PP.
Los diarios de Barcelona, este viernes sí, tienen más cara de preocupación con la cosa. Los titulares de La Vanguardia, Ara y El Periódico desmienten directamente el cuento de Cs. Al contrario, explican que Vox es decisivo, que se quiere cobrárselo bien y que ni PP ni Cs han hecho ascos a pactar. Dado que en política se debe cobrar a tocateja, al contado, habrá que estar atentos a las deudas de la derecha con la extrema derecha y como las pagan. Avui va de cara a gol: Cs tiene la presidencia del parlamento andaluz porque Vox les ha votado. Punto.
Otro día más, las portadas dicen más por lo que callan (o dicen en voz baja). Fuera de Ara y Avui, no hay otra primera página que abra o presente con potencia la decisión del Tribunal Supremo de quedarse sólo a los acusados por rebelión o malversación por el 1-O y remitir al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya a los miembros de la Mesa del Parlament –fuera de Carme Forcadell, también acusada de rebelión– y la exdiputada de la CUP Mireia Boya. Los otros seis diarios impresos han preferido contarlo en frío, sin sacar conclusiones.
Cada uno hace la portada que quiere —ya se ha dicho mil veces. Pero es curioso como esos diarios se abstienen de salpimentar la decisión con interpretaciones, valoraciones, moralina patriotera y juicios de intenciones, como tienen por costumbre. Tal como lo cuentan, parece que el Supremo ha cubierto un trámite administrativo en lugar de haber organizado un batiburrillo judicial al establecer que unos mismos hechos y acusados —todos "conexos", como dicen—, se juzguen en tres ámbitos judiciales diferentes. El 1-O lo verán en el TS, en el TSJC y en la Audiencia Nacional —y aun se ignora como acabarán otras instrucciones que sobre el mismo asunto llevan el mismo TSJC y el juzgado de instrucción 13 de Barcelona. Justamente la unidad de la causa y la "no discriminación" de los acusados, etcétera, fue clave en la retirada de las euroórdenes contra los exiliados, por mencionar una curiosidad.
Llama la atención que los diarios de Madrid se tomen este alboroto judicial con tan anglosajona flema. Será que les parece demasiado presentar en la misma portada —con la claridad y potencia que merecen— el recurso a la extrema derecha en Andalucía y la peculiar decisión del Supremo, como hacen Ara y Avui. Mirándolo bien, es comprensible que intenten disimularlo tanto como puedan: es difícil no avergonzarse del país real que quedaría retratado en portadas así.