Las portadas de la prensa española de este sábado se presentan como una oportunidad de oro para reivindicarse. Por una parte, los presos políticos han sido trasladados otra vez a prisiones de Madrid, donde permanecerán hasta que acabe el juicio del 1-O, que arranca el día 12 de febrero. El tribunal ha dado once días a las defensas para prepararse, la mitad de lo que habían solicitado. Unos 500 testigos han sido llamados a declarar. La vista se alargará unos tres meses.

La Razón ha hecho una de esas portadas suyas donde se ríe de los presos políticos catalanes, destacando que el furgón de la Guardia Civil donde los han trasladado es nuevo. A eso le llama "traslado VIP". Pernando Barrena, un veterano político de la izquierda abertzale vasca, ha viajado en estos furgones varias veces y tiene este recuerdo:

Est portada recuerda otra de Egin, el diario batasuno clausurado por el juez Baltasar Garzón en 1998, decisión que el Tribunal Supremo anuló en 2009. La portada en cuestión es del 2 de julio de 1997 y se abría con la liberación del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, secuestrado 532 días por la banda terrorista ETA. El titular era "Ortega vuelve a la cárcel". Este es el nivel de La Razón de hoy.

Casi todos los diarios destacan el hecho de que se llame a testificar a Rajoy, Mas, Urkullu, Colau y a casi todos los políticos de relieve en ejercicio en el transcurso del proceso independentista. Si no querían un juicio político tendrán, no dos, sino once o doce tazas.

También llama la atención que las protestas independentistas delante (y dentro) la sede de la Comisión Europea y la fiscalía del Estado en Barcelona pasen completamente desapercibidas en las portadas, salvo de la de El Punt Avui. Hace pensar. Si la Assemblea Nacional y Arran —los promotores de una y otra protesta— pensaban que estas movidas tendrían alguna repercusión... quizás deberían pensarlo de nuevo.

Por otra parte, la Unión Europea ha decidido denominar "colonia británica" a Gibraltar en una nota a pie de página de la modificación del reglamento de visados que se aplicaría si el Brexit se aplicara sin acuerdo entre la UE y el Reino Unido. El gobierno británico se ha molestado bastante, claro.

La prensa impresa española, sin embargo, no sacado mucho pecho con el asunto, excepto ABC, que está obligado por su larga tradición de portadas sobre la cosa: 168 desde 1975, de las cuales 45 desde 2012. Hoy no podían permitirse fallar como el día que la UE firmó el acuerdo del Brexit —rechazado después por los Comunes— donde no se reconoce la soberanía española sobre el peñón y todo queda en manos de cuatro comités, que es la fórmula gatopardesca y eficaz de cambiar alguna cosa para que nada cambie.

Tiene mérito hacer una portada con una nota a pie de página de un documento menor, que toma la clasificación de Gibraltar de la ONU desde hace décadas sin que nada haya cambiado en favor de España. Mucha portada para nada.