Al final de este miércoles, sólo dos asuntos podían ser noticia principal de portada: el discurso del rey Felipe VI o el acuerdo sobre las condiciones del Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea. Por suerte, había alternativa a las reales palabras. De lo contrario, los diarios habrían tenido que valorarlas y decir, inevitablemente, que el Rey se salía por la tangente, escondiendo tras la pandemia la corrupción de su padre, huido a Abu Dhabi, e imprimir esa idea en titulares a toda plana, cosa que habría dejado al monarca en una posición bien triste —quizá la misma en que ha quedado a causa de su silencio. Además, los diarios de Barcelona debían decidir su interpretación del discurso en una hora, hora y media como mucho, mientras los diarios de Madrid —que no salen hoy— disponen de 24 horas más para elaborar un relato que dé algún sentido a las palabras de Felipe VI. Es un factor que pesa más de lo que parece.
Así pues, los diarios del Cap i Casal han decidido silbar y mirar al techo con la corona española y abren sus portadas con el acuerdo europeo. A ver, este hecho en sí es ya una valoración a la baja de la intervención televisada del Rey, que habló de todo excepto de lo que la gente quería saber, esto es, de las aventuras de su padre como comisionista y presunto evasor fiscal, de las tres investigaciones que tiene abiertas en España y la que se sigue en Suiza y si eso tiene alguna relación con él mismo, si es el modelo de negocio de la monarquía española o qué. Los diarios barceloneses —es normal— no tenían ninguna gana de abrir la portada con un titular tipo "Felipe VI: quien calla, otorga" o Nada sobre mí padre, como dice el meme bromista que corre por las redes sociales a imitación del título y del cartel de la película de Pedro Almodóvar.
Ara, por ejemplo, ha decidido ni mencionarlo en portada. Tú imagínate que las portadas de los otros tres, La Vanguardia, El Periódico y El Punt Avui, abren a toda castaña con los mismos titulares pequeños y escondidos que dedican al discurso del Rey. Una bomba. A ver mañana cómo las gasta la prensa de Madrid —no te hagas ilusiones.
