Se hace difícil leer las portadas de este sábado, con tantas noticias crudas, funestas. El “caso Koldo”, un asunto de sobornos para adjudicar compras de mascarillas durante la pandemia, salpica ya al exministro socialista José Luis Ábalos, según todos los diarios, que han tenido acceso a las investigaciones de la cosa. En España, sales nomás de un escándalo de corrupción y ya entras en otro nuevo. No es esta la única noticia dura de leer. Los nueve muertos en el incendio de un gran edificio en València acompañan mal al “caso Koldo” y hacen pensar en el dicho tradicional: el muerto, al hoyo, y el vivo, al bollo. Para rematar el trabajo, llegan pésimas noticias de la guerra de Ucrania, donde el ejército invasor ruso ha recuperado la iniciativa y las fuerzas armadas ucranianas resisten, aquí me caigo, allí me levanto, cansadas, con grandes dificultades para mantener los suministros y la fuerza de combate y la sensación de abandono de las democracias occidentales.

ABC y El País tratan de dar a la tragedia de València un tono más humano, con una magnífica combinación de fotografía y título. En la imagen del tabloide monárquico se ve a un bombero que trabaja de rodillas en uno de los pisos quemados. El título dice: “El dolor de un bombero: 'No pudo salvarlos'". El diario progre publica una fotografía donde aparecen dos bomberos sobre una escalera trabajando en un balcón. El plano es más abierto y deja ver la escala de la devastación. El título, menos emocionante, pero igualmente conmovedor: “Nueve muertos por el fuego, centenares de vecinos sin nada”. La Razón queda en medio de ambos diarios y añade que entre los muertos hay un bebé de quince días, una nota muy triste.

El resto de diarios lo explican en un tono más de reproche, más administrativo. Ara destaca las condiciones que favorecieron la propagación de las llamas. El Mundo se ríe de la propaganda de la inmobiliaria (“edificio de vanguardia”), como si hacer chistes con mala leche para encender ahora el fuego de la opinión pública fuera alguna manera de explicar la tragedia. Es su estilo: echar sal a la herida y hacer rabiar a la gente. El Periódico habla de “fachada trampa” y La Vanguardia de “sospechas sobre la calidad del edificio”, sin darse cuenta —o sí— que este título será leído como una condena sobre la construcción del bloque de pisos. Este sábado es mal día para leer los diarios. También viene a la cabeza Noticia de Jornal (Noticia en el diario), la canción de Chico Buarque y Maria Bethânia que contiene aquel verso tan cierto: A dor da gente não sai no jornal, el dolor de la gente no sale en el diario.

ABC
ABC
El País
El País
La Razón
La Razón
El Periódico
El Periódico
Ahora
Ara
La Vanguardia
La Vanguardia
El Mundo
El Mundo
El Punt Avui
El Punt Avui