El título del Quioscos & Pantallas sería el que podría escribir un extraterrestre que leyera las portadas de hoy o un chatbot de inteligencia artificial poco cuidadoso. Los diarios del Trío de la Bencina hacen con el asunto de los candidatos exetarras de Bildu su tradicional ejercicio del perro del hortelano, que no come ni deja comer. El lunes y martes pedían con todo tipo de aspavientos y escándalos la renuncia de los candidatos que han cumplido condena por delitos de sangre. Ahora que vez han renunciado, eos tres diarios se quejan de que lo hayan hecho. Mal si seguían en las listas —tenían todo el derecho— y mal cuando lo dejan.

La Razón afirma que Pedro Sánchez no descarta "la vía Bildu", que no se sabe qué es —porque Bildu se abstuvo en la investidura de Sánchea—, pero el lenguaje, para el que se acuerde, suena a comunicado de ETA. ABC lo explica como un favor de EH Bildu a Pedro Sánchez. Dale. El Mundo no tiene bastante y dice que Sánchez "no rompe con Bildu y acepta el blanqueo de 34 etarras", en alusión a los que han cumplido condena por delitos menores y que siguen en las listas. Sánchez no tiene nada que ver con las listas de Bildu o, si quieres, tiene tanto que ver como Feijóo, Ayuso, Abascal, Robles o cualquiera de sus políticos favoritos. Leña al mono, que es de goma.

Es impresionante cómo El PaísAra caen en la misma trampa que La Vanguardia de este martes y normalizan la presencia de ETA en el centro del debate político y de la campaña electoral. ETA, que no asesina desde el 2010. Es verdad que el mismo Pedro Sánchez se ha dejado llevar por este debate en el Senado y había que informar de ello, claro. Pero abrir la portada con este tema, señalándolo como la principal información del día, es un poco fuerte. Es seguir el juego del PP que, al no poder utilizar la economía para castigar en el gobierno español, "ha vuelto al marco de ETA con las listas de Bildu en el centro", como explica Pilar Velasco en su columna y remacha el director de esta casa en su editorial.

Entretanto, este martes se ha hecho público el PIRLS (siglas en inglés de Estudio Internacional de Progreso en Comprensión Lectora). Indica que los niños españoles pierden comprensión lectora significativamente —aunque menos que los de los países del entorno. Es el tema de que abre la portada de La Vanguardia y del que dicen poca cosa en sus primeras El País, El Mundo, La Razón y El Periódico. Es un tema potente y del que se habla poco. La causa  del retroceso son las medidas sanitarias contra la pandemia de covid-19, que hicieron perder a los alumnos entre la mitad y un tercio de su formación presencial en 2020 y 2021.

Acabada la pandemia, las escuelas reabrieron y si te he visto no me acuerdo, aunque había que hacer alguna cosa para paliar las pérdidas. No era nada desconocido. El informe periódico del Consell Superior d'Avaluació de Catalunya sobre los alumnos de 4º de ESO (15 años de edad) refleja un retroceso de 2,7 puntos en castellano, 9,1 en matemáticas y 6,3 en inglés en 2021 respecto a 2020. No se previó nada y ahora se pagan las consecuencias. Hacer política tiene más que ver con intervenir desde los poderes públicos para resolver situaciones como esta que pelearse como gatos por un terrorismo que no existe. Los diarios tendrían que ser los primeros en saberlo y exigirlo.

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