Dice El Mundo que Mariano Rajoy se tomó bien los contactos que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quería mantener con la organización terrorista ETA de cara a su disolución, allí por 2006. La verdad es que la respuesta de Rajoy que abre la portada del diario es una gallegada de buena calidad. Tú dale y ya me dirás cómo te va, le dice a Zapatero. Es decir, que no se sabe si el entonces líder de la oposición aprueba o desaprueba los contactos, aunque el diario lo hace pasar como si Rajoy los aceptara implícitamente. No se opuso frontalmente, como hasta ahora explicaba la narrativa del PP sobre aquellas negociaciones. El diario deja al descubierto la hipocresía del PP en este caso. Ahora todo es escandalizarse por la declaración de Arnaldo Otegi de este lunes. Antes todo era silbar y mirar al techo: si sale bien, me apunto el éxito (es una "política de Estado"), y si sale mal, señalo al PSOE como un grupo de vendepatrias. Win-win.

Estas revelaciones dejan con el culo al aire a quienes estos días dictaminan sobre la pureza de intenciones de la izquierda abertzale vasca y le exigen que pida perdón gritando y de rodillas. El mismo gobierno español ha sido el último en subirse al carro, al considerar "insuficiente" la declaración de Otegi. El Periódico lo presenta como una "corrección" de la Moncloa al PSOE. Quizás es más postureo que nada. Porque hay mucho postureo —mucho hacer el pavero, diría Miquel Iceta— en los pronunciamientos y opiniones sobre este asunto. El gobierno español se ha apresurado a buscar el pelo en el huevo del mensaje de Otegi, no sea acusado de connivencia con el terrorismo etarra. La policía patriótica vigila. Presionan fuerte los que reclaman más contundencia en la condena de ETA —suelen ser los mismos que se niegan a condenar el franquismo y/o hacen la vista gorda con los GAL—. Las consecuencias son terribles. Ayer, un prestigioso columnista publicó una columna de 51 líneas sobre el caso en el diario moderado donde suele. Utiliza 45 líneas para dejar claro que considera terroristas a los terroristas (cosa que todo el mundo sabe) y 5 a lo que realmente quiere decir. Es la nueva autocensura.

Entretanto, en el país real, la coalición PSOE-Podemos, que se comprometió a derogar la "ley mordaza", aprobó ayer en la mesa del Congreso de los Diputados la 40.ª prórroga del plazo de enmiendas a la propuesta de eliminarla registrada por el PNV hace un año. Traducido, quiere decir que mantiene la propuesta parada otra temporadita más. La ley mordaza define como sancionables más de 40 conductas nuevas relacionadas con la protesta social o política. Sancionables administrativamente, es decir, por el gobierno, a pesar de no ser delito, y sin necesidad de proceso judicial, como explican Laura Huerga y Blanca Busquets en ¡Tu, calla! Lo cuenta en portada El Periódico de España. Quizás los diarios ganarían autoridad si aplican al Gobierno el mismo nivel de exigencia que a la izquierda abertzale.

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