Pobre España. Explica El Mundo este jueves que Ferrovial, constructora y muchas más cosas, se traslada a los Países Bajos y cotizará en los Estados Unidos "porque España se ha convertido en un tapón". Es una canción que todo el mundo conoce en Catalunya, letra y música. Unos catalanes piensan lo mismo que Ferrovial por varios motivos: el expolio fiscal, la desinversión en infraestructuras —o la inversión en las que destrozan el territorio—, las agresiones a la lengua del país, el veto a resolver los asuntos en las urnas. Otros están más o menos de acuerdo, pero no les parece suficiente razón para marcharse de España. Otros más no quieren saber nada, porque viven de que Catalunya sea España y, claro, es complicadísimo convencerlos de la alternativa. Todos los catalanes, sin embargo, a menudo han oído el argumento "España es un tapón" y similares. Todos lo han discutido. Incluso estimuló a un 43,03% a votar el 1 de octubre del 2017.
Ferrovial se marcha porque en los Países Bajos se ahorrará 40 millones de euros en impuestos. Además, alega la falta de seguridad jurídica de España, el hecho de que ser neerlandesa le ayudará en la expansión internacional y que los accionistas extranjeros les presionan. También muchos independentistas lo son porque piensan que en la república catalana pagarían menos impuestos —o los mismos o más, pero no a España. Lo son porque creen que España es un estado de derecho demasiado defectuoso o porque ven una economía basada en la captura de los presupuestos del Estado vía BOE, mientras que Catalunya es un país de pymes volcado a la exportación. La gracia de todo es la contradicción, la disonancia. Se aplaude a Ferrovial, pero se reprueba a los independentistas aunque todos esgrimen las mismas razones para marcharse de España.
ABC titula con un diagnóstico médico: El Gobierno está en shock a raíz de la deslocalización. Es posible, porque una empresa que en 2022 levantó más de 1.700 millones en beneficios tiene que pagar unos cuantos en impuestos que ahora se perderán. La Razón entra en interpretaciones de fantasía y arriesga una profecía autocumplida: dice que la "cacería de empresarios" en España impulsa "el éxodo fiscal del Íbex". El País pone el micrófono en la Moncloa, para variar, y explica que el gobierno español está muy disgustado con Ferrovial y que no quiere que se vaya, que queda feo y no es patriótico. La Vanguardia hace lo mismo con un título un poco más contundente.
El Periódico y El Punt Avui no dicen nada en portada, unos quizás porque el editor se siente solidario con un colega de negocio y otros porque quizás les parece un enredo de Madrid que aquí no interesa. Interesa, sí, por muchos motivos. Porque Ferrovial es la concesionaria del Bicing de Barcelona o porque el Tribunal Supremo, en la sentencia del caso Palau de 2020, confirmó las comisiones del 4% a CDC a cambio de obra pública. Son dos ejemplos. En fin. Lástima. Podrían haber titulado "Ferrovial se independiza unilateralmente de España", por ejemplo, ni que fuera por las risas. O no tanto. Porque algunos digitales ultras no se han cortado: "Ferrovial huye del paraíso socialista: sexo, drogas y fondos públicos".