Las portadas de los diarios de Barcelona hablan de la negativa del Tribunal de Cuentas a conceder una prórroga de un mes a los 34 excargos de la Generalitat a los que reclama hasta 5,4 millones de euros de fianza para cubrir la supuesta malversación de que les acusa el organismo, porque considera que casi toda la actividad exterior de la Generalitat fue propaganda independentista.
Todas salvo la de El Periódico, que en los últimos 15 días sólo ha informado de este asunto en primera página una vez. Obviamente no le parece relevante o, cuando menos, no tanto como que el PP y el PDeCAT propongan una amnistía millonaria para las empresas de reparto a domicilio, que deben un dineral a la Seguridad Social a cuenta de los repartidores que tenían empleados como falsos autónomos. Incluso El País y La Razón llevan en portada el asunto del Tribunal de Cuentas. Cabe decir que el enfoque del diario de los progres boomers es diferente, y titula por el hecho de que ningún banco, de momento, quiere avalar el fondo que la Generalitat ha constituído para cubrir las fianzas, como queriendo decir que el problema no es el Tribunal de Cuentas sino la poca maña del Govern para arrimar los bancos a su ascua.
Muchas portadas llevan bien grandes fotos del primer día libre de restricciones sanitarias en el Reino Unido. Las imágenes son de gente en bares y pubs sin mascarillas ni distancia social. Hoy también es día de decir que más de la mitad de los españoles ya se ha vacunado con la pauta completa y, en un plano menor, que las farmacias pueden vender los test de antígenos. La noticia de la vacunación sólo se destaca en la portada de El País, mientras que El Periódico abre con la del test, en otra decisión contraintuitiva. El resto de diarios no considera ninguna de ambas noticias salvo La Vanguardia y Ara, que las presentan en los formatos más pequeños que admite su portada.
Eso vuelve a probar que las noticias son, sobre todo, las malas noticias. Tener vacunado a medio país no quiere decir nada, ciertamente. Es sólo una cifra redonda. Pero también se puede ver de otra manera: es una señal de que la cosa va bien o mejor de lo que parece —con permiso de la variante delta de la covid-19— y que a veces vale la pena ofrecer a la gente una chispa de esperanza más que alarmarlos con el premier británico Boris Johnson y su "renuncia a la prudencia", como dice el mismo El Periódico en su editorial.
Un detallito que puede pasar desapercibido: el título de El Mundo en su foto principal, en la que se ve al Rey recibiendo al presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas. Dice el diario ultra que "El TC rinde cuentas a Felipe VI". Ya les gustaría. Según el ordenamiento constitucional y legal, el TC no "rinde cuentas" al Rey como un trabajador a su jefe o un ministro al presidente del gobierno, que es lo que quieren hacer ver —o lo que creen que pasa—. Vaya, esperémoslo.