La portada que te hará sonreír este miércoles es la de El Punt Avui, que ha clavado un título por toda la escuadra. "La fiscalía lo afina" explica la decisión de la Fiscalía del Tribunal Suprem de enmendar al magistrado Pablo Llarena y pedir que se aplique a Carles Puigdemont el nuevo delito de desórdenes públicos agravados, aunque la letra de este nuevo delito —que sustituye el de sedición— no encaja con los hechos. Así lo vio el tribunal alemán que se negó a atribuir al presidente exiliado un delito de desórdenes públicos cuando fue detenido en Slesvig-Holstein, al considerar que el 1-O no hubo violencia. La expresión que abre la portada de El Punt Avui sitúa también el contexto en que opera la justicia española, nada diferente a la situación en que se pronunció la frase original. Ara, que también abre con el mismo asunto, se ajusta a los hechos pero, en comparación, se queda corto, porque no sorprende que el ministerio público acuse por encima y con más dureza —salvo si eres princesa, banquero o presidente del gobierno. Quizás este sea el motivo por el que La Vanguardia y El Periódico no llevan el caso en portada. Quizás.
Lástima que El Punt Avui titule, digamos ad hominem, el juicio a dos tenientes de alcalde del PSC en Pineda de Mar por presionar unos hoteles para que expulsaran a los policías españoles allí alojados los días en del referéndum del 1-O. El diario dice que una de las acusadas es "pariente [del President Pere] de Aragonès", un detalle tan irrelevante en el proceso como el color de su pelo o sus preferencias futbolísticas.
En las portadas de Madrid sigue bien vivo el culebrón sobre las nuevas medidas para atender las embarazadas que promueven el gobierno de coalición de PP y Vox en la Junta de Castilla y León. El País mantiene el fuego vivo para asar al PP y dar la impresión de que son rehenes de Vox, mientras que El Mundo lo presenta como una especie de persecución del gobierno central al de la Junta, a la vez que critica de costadillo las medidas, informándote de que la tasa de abortos en Castilla y León es tan baja (el 0,7% de los embarazos) que no tiene ningún sentido añadir condiciones disuasorias a su ejercicio. La Razón y ABC, pillos, evitan entrar en la madre del cordero de la polémica y se desvían al argumento que más favorece al PP: que Vox abandone el gobierno y la crisis permita a los populares convocar nuevas elecciones, a ver si la ciudadanía les otorga la mayoría absoluta y pueden ahorrarse los votos de la ultraderecha.
Dos detalles más de las portadas que tienen su gracia. La Razón explica que el gobierno español se niega a facilitar a un ciudadano las actas de la mesa de diálogo, como establece la Ley de Trasparència, con la excusa que es "un foro informal" entre gobiernos. La Moncloa ha preferido degradar la mesa antes que dar información al público de sus trasiegos. No está mal para un "foro informal" que entre sus asistentes figuren dos presidentes de gobierno, tres ministros y tres consellers y que el lugar de encuentro sea el Ministerio de la Presidencia. Tiene toda la pinta de ser muy informal.
El otro detalle está en El Mundo, donde se dice, en un rinconcito, que España se desvincula del envío de tanques a Ucrania. ¿De qué cuernos se desvincula, si la ministra de Defensa ya dijo hace seis meses que el ejército español no estaba en disposición de mover ni un solo carro de combate? Están estropeados y desgastados y supondrían más un problema que una ayuda para las tropas ucranianas. "Están en unas condiciones que no se pueden usar y no podemos darlos porque serían un riesgo para las personas". El Mundo hace como aquel hidalgo arruinado y muerto de hambre del Buscón, que dejaba caer unas migas de pan sobre su barba para aparentar que se había zampado una gran comida. Antes muerto que sencillo.