Once días después de morir, Isabel II descansa en paz. Nosotros no, lamentablemente, porque nos persiguen las contingencias y avatares de los Borbones de la casa real española, protagonista verdadera de las portadas de este martes, salvo la de El Punt Avui. La misma fotografía abre la portada de todos los diarios porque en ella puede verse a Juan Carlos I —rey emérito de España y residente en los Emiratos Àrabes—, su mujer, su hijo y su nuera, además de una fracción del ataúd de la Reina de Gran Bretaña. El gobierno español y la casa real no han dicho gran cosa de este reencuentro de manera que a muchos diarios les ha fallado consigna o se han resentido de la ausencia de relato oficial. El título de portada más cómico es el de El Mundo: "La Familia Real unida por voluntad de Isabel II". Ya es gracioso el equívoco, porque tan dividida està la casa real española como la británica y, de entrada, no sabes de cuál de ellas habla el diario —quizás está hecho expresamente. Un subtítulo aclara, sin embargo, que se trata de la española. Sólo entonces se ve tan ridículo que los portadistas del diario hayan interpretado que es "la voluntad" de la difunta reina británica que coincidieran los cuatro reales personajes tras casi tres años sin verse. Como si el diario creyera que Isabel II tiene poderes taumatúrgicos, una especie de Cid que combate después de muerta. Es una presentación muy extraña del funeral.
El resto de diarios hacen más o menos sin decir tonterías infantiles. La Vanguardia y El País lo presentan con un estilo friúcho y académico, centrado el diario de Barcelona el los cuatro reales personajes españoles, y el de Madrid en la cantidad de mandatarios que ha asistido a la misa anglicana de funeral. quizás ocurría soltar un poco de emoción y poner a un chico más de corazón. También tienes hoy las exageraciones lisonjeras típicas, como "eterna y universal" de El Periódico —da vergüencita pero no es inusual— o más contenidas, como "una gran reina" de La Razón. Todo se mezcla con titulares sentenciosos como el de Ara ("Fervor popular, funeral global") o solemnes y altisonantes como "El fin de una era", de ABC, que debe ser el último diario del sistema solar en decirlo. Hace once días que es el fin de una era, madre mía. En fin. Suerte que ya ha pasado todo porque una buena parte del mundo pensante también está "harto de la pompa", como explica el abogado Javier Melero de él mismo en una columna en La Vanguardia.
El diario de referencia de Catalunya no otorga el título principal al funeral de Isabel II. Se lo lleva uno de los temas que más hacen salivar al diario: los impuestos —aunque siempre después de los temas relacionados con el diálogo, el pacto, la moderación, la concordia, etcétera, etcétera. Andalucía ha hecho un Ayuso y eliminará el impuesto de patrimonio "para atraer catalanes". Cabe decir que se trata de un determinado tipo de catalanes: príncipes y prohombres, gente que quizás nunca ha limpiado sus zapatos ni se ha hecho la cama. No hay manera de saber si el título es una especie de grito de alarma del diario o una expresión de su malestar, de su alegría o de su inquietud. El País, en cambio, que también abre con este asunto, explica que la medida beneficia apenas a 20.000 rentas altas de Andalucía, el 0,2% de los contribuyentes de la región. La gracia de estas medidas —como eliminar el impuesto de sucesiones, por ejemplo— no es que mejoran tu vida, que no la mejoran, sino que gustan mucho todo el mundo porque son aspiracionales: nadie piensa que no será rico y, si es así, quiere pagar cuanto menos impuestos mejor. El diario español de referencia lo sitúa en su contexto político: el PP, a través de las autonomías, quiere enviarte el mensaje que harán lo mismo si llegan a gobernar España. Rebajar impuestos sin más acompañamiento quiere decir que los servicios públicos o las prestaciones sociales se recortarán o que los salarios de médicos, jueces y maestros seguirán siendo una filfa. Si pagas menos, reps menos. Pero en los diarios qué los importa.