Unanimidad casi total en las portadas que encontramos el último sábado de julio en el quiosco, unas portadas que nos preparan para lo que nos espera este otoño cuando, según los analistas, se empiece a sentir de lo lindo los efectos de la crisis provocada por la escalada de los precios y la guerra de Ucrania. La cosa no pinta nada bien y así lo recogen las portadas. Vamos por partes. La crisis energética es un hecho y, como ya han hecho en Alemania, el Gobierno aprobará este lunes en un consejo de ministros extraordinario un paquete de medidas para ahorrar energía. Por decreto se obligará en empresas, comercios, a la hostelería, los transportes públicos y la administración a limitar el aire acondicionado a los 27 grados y la calefacción a 19 grados. O sea que se ha acabado refugiarse en un bar o en un centro comercial para combatir el calor, o ir en mangas de camisa en el trabajo en invierno. Se tiene que reducir un 7% el consumo del gas, según el compromiso adoptado esta semana por la Comisión Europea.
Adiós a las corbatas
En este contexto de ahorro energético, Pedro Sánchez ha proclamado el adiós a las corbatas, un llamamiento que es objeto de mofa por parte del Mundo, que no le pasa ni una al presidente español. "De la Moncloa en Torrejón en helicóptero, pero sin corbata", se exclama el rotativo, que incide en el giro populista del Gobierno y la tensión existente con las compañías energéticas y los bancos por los impuestos que les tocará pagar (y los que parece que vendrán).
L'IPC, desbocado
Los llamamientos a ahorrar energía llegamos mientras el IPC sigue desbocado. Cada mes se alcanza un récord. En julio ya ha llegado al 10,8%, y si se confirma sería la más alta registrada desde 1984. El IPC se dispara por el precio de los alimentos y la energía. Vivir cada día es más caro, y así nos lo recuerdan las portadas. L'ABC pone la mirada los efectos que tiene el incremento de los precios en la recaudación del Estado, que habría aumentado un 20%. Hacienda, asegura el rotativo, habría ingresado hasta junio unos 100.000 millones de euros, pero también se habría disparado hasta 170.000 la factura de las pensiones. Los efectos perversos de una inflación disparada que no hay manera de controlar, ni aquí ni en Europa. El Ara, sin embargo, pone el énfasis en el crecimiento que ha registrado la economía española el segundo trimestre de este año, impulsada por el consumo, una tendencia que los analistas apuntan que tiene fecha de caducidad. Disfrutemos de las vacaciones que lo que viene no pinta bien.