Quién más quién menos ha sufrido estos días de cerca los efectos de la ómicron. Ya sea porque ha dado positivo, porque ha sido contacto estrecho, porque ha sido contacto de un contacto estrecho o simplemente por qué tiene miedo o está angustiado ante la posibilidad de poder contagiarse de esta nueva variante de la covid-19. Pues bien el quiosco de hoy trae hasta tres dosis de tranquilidad que, hay que decir, empieza a hacernos falta.
Las investigaciones más recientes sobre la variante ómicron confirman aquello que ya se apuntaba hace días. Esta variante es de las más leves de las que hemos sufrido hasta ahora porque no ataca los pulmones, provoca infecciones en la garganta y la nariz que son menos graves. Así lo destaca el diario Ara. También nos aporta otra dosis de tranquilidad, un día más, El Periódico, que asegura que la sexta oleada apunta el inicio del final de la pandemia y que la ómicron será la inflexión a una enfermedad endémica si no aparecen variantes más graves.
Cae la letalidad
La tercera dosis la encontramos en La Razón, que constata que la letalidad de la covid cae en picado con la ómicron. Hay una explosión de contagios, cierto, pero la mortalidad cae de lo 1,7 en 1,4 en solo un mes. Quizás nos llevaríamos una sorpresa repasando la hemeroteca y comprobando la mortalidad provocada por la gripe antes de que la covid se instalara a nuestras vidas. Como apunta al doctor Antoni Trilla el coronavirus no desaparecerá, pero aprenderemos a convivir con él, normalizaremos la covid.
Nuclear, no gracias
En medio de todo, hay rotativos que destacan la negativa del Gobierno a la propuesta de la Comisión Europea de considerar energías verdes la nuclear y el gas. El País y l'ABC explican como España junto con Alemania y Austria rechazan la medida que tiene el apoyo de Francia.
Y ya en clave española, la primera encuesta del año de El Mundo, una advertencia a Pablo Casado del precio que le está pasando las broncas con Isabel Díaz Ayuso. Pierde fuelle a favor de Vox, pero tranquiliza los sudas electores: la derecha sumaria mayoría absoluta si se hicieran ahora elecciones al Congreso. Y como ya es tradición, el rotativo madrileño vuelve con el catalán y la ya conocida propuesta de Pablo Casado, que ahora tiene covid, de crear una inspección que controle el uso del castellano en las escuelas in situ, que revise los libros de texto y que tenga capacidad de sancionar los centros que incumplan la obligatoriedad impuesta por el TSJC del 25% en castellano.