Es desconcertante que la noticia que abre todos los diarios —salvo El Punt Avui— se haya mantenido oculta tanto tiempo, desde el 17 de noviembre, según la mayoría de los relatos, o desde antes del verano, según otros. Sumando todos los mencionados como "conocedores de las conversaciones" sobre el asunto en los diversos diarios, hasta siete personas, además "de los equipos de Illa e Iceta" (sic), sabían algo desde el verano pasado. A los efectos de esta columna, desconcierta que esta historia, que tanta gente sabía, no se haya filtrado a ninguna portada hasta hoy, claro.

En fin, no pasará a la historia como el momento más brillante del periodismo político local. Aun este mismo martes por la noche, en TVE, Salvador Illa negaba su candidatura e insistía en que Miquel Iceta era el mejor. Es decir, que todas las portadas que lees hoy cuelgan de una narrativa perfectamente controlada por el PSOE, donde se explica que todo responde a un plan perfectamente pensado y elaborado. Hay que felicitar a la fontanería corporativa socialista por haber conseguido controlar una sacudida de esta potencia, que hoy pasa como la brisa por el bosque. A los periodistas no les gusta nada que les metan goles, así que ayer, con toda la profesión en estado de ansiedad y sedienta de información —y también con ganas de poner buena figura— no debió ser difícil colocar la versión oficial. Suma a todo esto que una manera de disimular los patinazos consiste en no mostrar sorpresa y comportarse como si fuera la cosa más normal del mundo. Pero hoy hablamos de un partido de gobierno que cambia de caballo en medio del río. Normal, normal... ya ves.

La mayoría de diarios presenta el cambio de candidato con tendencia al jugadamaestrismo, verbos amables y haciendo responsable de la decisión al candidato relevado, que renuncia, cede, deja paso, propone, si no lo hubiera querido no habría sido posible, qué generosidad, etcétera. Ninguna narrativa esconde que la iniciativa es de Pedro Sánchez, de Moncloa o de Ferraz e incluso se insinúa que el propio Iceta habría adelantado el relevo, pero no se menciona tanto que el comité de listas del PSC había aprobado el resto de la candidatura no hacía ni dos días pensando que el candidato era Iceta, ni tampoco se remarca que la decisión se ha tomado de arriba a abajo y desde Madrid a Barcelona. Normal, normal... ya ves.

Tiene gracia, como siempre, comparar las portadas de la derecha impresa madrileña con el resto de diarios. Mientras ABC, El Mundo y La Razón remarcan que Illa privilegia al partido sobre el gobierno, con afán de hacerlo pasar por un irresponsable o un oportunista, el resto lo presenta incluso con algún entusiasmo, como El País o El Periódico, que hablan del cambio de candidato del PSC como de un "replanteamiento del escenario electoral catalán" o de la "buena imagen" de Illa. Una consecuencia colateral de todo este revuelo es que ha hecho pasar desapercibido el "fichaje" por el Partido Popular de Lorena Roldán, la excandidata a la presidencia de la Generalitat y exportavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos. Mala suerte.

LV

EPC

EPA

AHORA

EP

ME

ABC

LR