La tercera visita oficial de Pedro Sánchez a China con el objetivo de expandir las relaciones comerciales y diplomáticas con el país asiático se ha producido en medio de la escalada de la guerra arancelaria entre los Estados Unidos y el gigante asiático, lo que se ha visto por algunos sectores de la prensa conservadora española como una visita del todo inoportuna y que puede tener futuras consecuencias en las relaciones entre España y la administración Trump. El secretario del Tesoro norteamericano Scott Bessent ya advirtió el disgusto por el acercamiento entre el Gobierno de Sánchez y el régimen de Pekín -"es como cortarse el cuello", advirtió- y las imágenes que han publicado los diarios españoles buen seguro de que no gustarán a Donald Trump por la complicidad que desprenden. La mayoría de las cabeceras de Madrid y Catalunya han ilustrado sus portadas con fotografías de Sánchez y el presidente de la República de China, Xi Jinping, exhibiendo su idilio, paseando en un clima de amistosa confianza o estrechándose la mano mirándose a los ojos y sonriendo como buenos aliados que comparten muchos objetivos comunes.
China ve en Sánchez como un aliado estratégico clave en el contexto de la guerra comercial con los Estados Unidos, destacando su papel como puede entre Europa y Asia. El gobierno de Pekín ha defendido públicamente al presidente español de las críticas de la administración Trump y han elogiado la relación bilateral con España. El mismo Xi Jinping destacó la importancia de fortalecer las relaciones con sus amigos españoles "en un momento internacional turbulento", subrayando la alineación en defensa del multilateralismo y la estabilidad global. "Sánchez defiende unas relaciones más equilibradas de Pekín y la UE", titula El País, que también destaca el agradecimiento que ha hecho Xi Jinping a España en plena crisis comercial. También La Vanguardia hace una lectura suave de la visita. "Sánchez cierra la visita a China con una invitación a recuperar el diálogo" y afirma que el presidente español "anima a Trump y Xi a negociar y apuesta por una relación sólida entre Pekín y la UE". Y también El Periódico subraya este papel de puente entre Europa y Asia que ha asumido el presidente español". "China abre con Sánchez una etapa de proximidad a la UE ante Trump", titula.
Pero para otros, los chinos utilizan este acercamiento con Sánchez para criticar las "prácticas intimidatorias unilaterales de Trump" y para promover una imagen de cooperación mutua con Europa. Es la lectura que hace El Mundo, quien asegura que "Xi utiliza la visita de Sánchez para pedir en la UE 'boicot en Trump' y asegura que el líder chino carga contra la Casa Blanca en la reunión con el presidente español por "ir contra el mundo". La Razón pone el acento en la inconveniencia del viaje de Sánchez en medio de la guerra comercial abierta entre Washington y Pekín. "El presidente del Gobierno (español) reta en los EE.UU. con su afinidad con el régimen chino", titula en portada.
Sánchez y Xi Jinping ven el mundo comercial de manera similar, pero más allá de eso, el viaje del presidente del Gobierno se tenía que reflejar de manera práctica en acuerdos satisfactorios, y es aquí donde -al margen de la inconveniencia o no del contexto- los diarios conservadores de Madrid no han quedado contentos. "Sánchez vuelve de China con acuerdos menores y sin rebajar la tensión con Trump", afirma el ABC en su titular de portada, que cree que los convenios firmados sobre el sector porcino, el cine, las cerezas y los cosméticos son un botín muy pobre al lado de lo que arriesga España por esta ostentación de su excelente relación con el enemigo de Trump.
Hay, pero otro tema destacado en las portadas de la prensa catalana, el impactante accidente de helicóptero en Nueva York que ha causado la muerte de toda una familia de Barcelona, los directivos de Siemens Agustín Escobar, su mujer Mercè Camprubí Montal, nieta y bisnieta de dos presidentes del FC Barcelona, y sus tres hijos menores de edad, mientras disfrutaban de unas vacaciones a la ciudad norteamericana.







