Las portadas de los diarios impresos de Madrid aparecen este miércoles ayunos de referencias al borrador del informe de la comisión Pegasus del Parlamento Europeo, que señala al gobierno español como responsable del espionaje a 65 políticos independentistas y a familiares y abogados suyos. Más aun, dice "no es posible establecer de qué manera [los espiados] habrían tenido un impacto inmediato o constituido una amenaza inminente a la seguridad nacional o a la integridad del Estado". Que los espiaron sin motivo, vaya. También confirma que el Estado español es el primer cliente europeo del software espía Pegasus y que es inexplicable el retraso de la investigación del CatalanGate, en alusión a la justicia española. Tremenda La Vanguardia, que ha preferido abrir con la crisis sanitaria en Madrid y relegar el CatalanGate a una columnita. Como diario superviviente de una grave operación de espionaje de los aparatos del Estado se podía esperar del diaro de referencia en Barcelona algo más que una portada de diario de Madrid.
Del borrador del informe sale una fotografía muy fea de la "democracia plena", donde hoy los espiados son los independentistas y mañana cualquier otro disidente. Para los diarios españoles, esta conculcación de derechos, miau. No existe. O bien el grado de complicidad es total entre esta prensa y las fechorías del Estado o los importa un rábano todo o ya les está bien cuando se trata de discrepantes y disconformes, los derechos de los cuales no merecerían ninguna protección y justifican cualquier atropello. Es verdad que se trata del borrador y no del informe definitivo. Ya se sabe que ahora el texto se endulzará, pero también se sabe cuáles son las conclusiones de veras de la comisión de investigación de la Eurocámara y que el informe final pasará por el aro de la conjura politiquera europea.
Los diarios del Trío de la Bencina tocan dos temas con una sincronización que resulta complicada de explicar. El primero es extender una alfombra de flores al relato de que el PP está sólido como una roca, sin divisiones entre Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la región de Madrid, y Alberto Núñez Feijóo, presidente del partido. Los relatos van desde la inverosímil fantasía de ABC (atacan a Ayuso para debilitar a Feijóo), hasta el más sobrio de La Razón, que entroniza al "tándem Feijóo-Ayuso", como|cómo queriendo decir que el bullying de Ayuso a Feijóo es justamente el contrario, muestras de amor mutuas de las que no nos damos cuenta o no sabemos interpretar. Podían haber titulado "Quien bien te quiere te hará llorar". El Mundo, este miércoles, apuntala a Feijóo con el tema que interesa al diario: desmantelar la lengua y la escuela catalanas. El País, que juega en el equipo contrario, marca a Ayuso muy de cerca y sigue levantándole la alfombra de su gestión en Madrid, sacudida por una crisis sanitaria sin precedentes a la se añade otro recorte fiscal. Justa la
Otro tema común es el naufragio del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, máximo responsable de la tragedia en la valla fronteriza de Melilla, donde al menos murieron 23 personas, zurradas por las policías española y marroquí. El País hace una reconstrucción de los hechos que no deja una bella figura a Marlaska y los cuerpos de seguridad del Estado. Los deja como mentirosos, además de gente ligera de porra, dispuesta a pegar y pegar fuerte y quedarse anchos. El Mundo recurre a la manida táctica de decir que van contra el ministro comunistas, separatistas y terroristas, es decir, todos los que no le gustan. La Razón, más cañera, lleva una foto de Marlaska que da más miedo que Darth Vader cuando se saca el casco y hace ver que al ministro le queda un hilo de llama, como de lámpara a punto de agotarse. Ya veremos.