Encontrar un solo adjetivo ha sido difícil, porque el estado de ánimo de las portadas de hoy pide precisión. No servía cualquier epíteto. Han llegado a la final "trastornadas" y "desazonadas" una vez librados del "asustadas" inicialmente elegido para el título. "Desazón" describe con más imparcialidad esa angustia difusa que rezuman los diarios al informar de la fallida investidura de Pere Aragonès como President de la Generalitat de Catalunya por culpa de la abstención de Junts. Es la primera votación. El martes, la segunda. Ya puedes darla por perdida o... quizás no. De ahí la desazón, esa inquietud de ánimo consecuencia de la espera defraudada que aun no lo da todo por perdido. Que pasa ansia porque todavía no ha cazado al oso.

"Desazón" sería la emoción media, el resultado de sumar todas las portadas y dividirlo por cuatro. Pero cada portada es de su padre y su madre. El título de El Punt Avui ("Aun no") no puede calificarse de desazón. Implica que Aragonès será Presidente pero más adelante, no sufras. Más que explicar qué pasó ayer, el diario te dice qué ocurrirá en dos meses —quizá este mismo martes, quién sabe— con la seguridad de alguien que conoce el secreto pero no lo puede revelar abiertamente, aun no. A Ara, en cambio, se le ve más pesimista en su descripción de los hechos. Dice que ERC y Junts se alejan, como queriendo implicar que habían estado cerca y que ahora ya ni siquiera son buenos amigos.

La Vanguardia da la impresión que reprocha a Junts su abstención, como si este partido lo hiciera por ganas de fastidiar y no por algún motivo que lo justifique. Algunos diarios, algunos días, son así. Piensan que tienen razón y se extrañan de que el resto del mundo no les siga. El Periódico titula con una interpretación de triple mortal y tirabuzón. El rival de Aragonès, dice, es Carles Puigdemont, alguien que ayer no estaba en el Parlament ni es candidato. Se conoce que el diario lo ha pensado bien y se lo cree porque en el primer subtítulo insiste. Coincide con... La Razón. Ya sabes que Waterloo, según algunos diarios catalanes y todos los de Madrid, no es un lugar de Bélgica donde la batalla con Napoleón, Wellington y etcétera, sino un bunker siniestro desde donde Puigdemont mueve los hilos de la política y hace vudú a los rivales mientras se frota las manos entre carcajadas y come langosta de Maine. Quizás por portadas como esta, el presidente exiliado tiene fama de ser casi sobrenatural, con superpoderes y todo.

Canal de Suez: lástima de foto

El trío de la bencina hace muy santamente al dar bien grande en portada ese pedazo de foto del barco portacontenedores que bloquea el Canal de Suez. Se ve que tiene un volumen parecido al de la Illa Diagonal de Barcelona. Imagínatelo. Qué barbaridad. Es una de esas imágenes espectaculares que explican qué cuernos pasa sin necesidad de mucho texto. ABC deja la foto casi sin cortar y el barco se ve demasiado pequeño, demasiado lejos. Lo hace para que le quepan los destacados donde explica muchas cosas que no es necesario decir en portada si tienes un fotón como ese. Ya lo dirás dentro. La Razón acerca demasiado el barco y así la foto pierde el contexto. Mal. Es verdad que nunca te arrepentirás de editar una foto para acercarla al lector, pero La Razón se pasa. El Mundo acierta: ni tanto ni tan poco. Impecable.

Lástima que ningún diario de Barcelona haya aprovechado la imagen del barco que bloquea el 12% del comercio mundial. Tampoco El País —es extraño en ellos, que ponen la foto vulgarísima de una cafetería. Muy mal. Al ignorarla, también se han dejado escapar una metáfora fenomenal de la política catalana y española.

EPA

AHORA

LV

EPC

EP

ME

LR

ABC