A la vista de las portadas de hoy, a más de uno le costará entender por qué no se queman más contenedores. Sólo hay que mirar los asuntos que se ventilan (en las portadas) para comprender la rabia de los manifestantes y entender los motivos de los disturbios —y eso excluye saqueos y pillajes eh, que ya nos conocemos. Es especialmente estimulante la portada de El Mundo. Debajo de la apertura sobre la segunda regularización fiscal del Rey emérito Juan Carlos, de 4 millones de euros (CUATRO MILLONES DE EUROS), por impuestos impagados, dice que "España es el peor país para ser joven", ahí es nada. También que el Poder Judicial califica de desastre jurídico la Ley de Libertad Sexual promovida por el gobierno español, cosa que —injustamente— se leerá como que les cuesta aceptar la magnitud de la tragedia de las mujeres, especialmente si lees el texto del informe del CGPJ, escrito en el tono condescendiente y falto de sensibilidad tipo sentencia de la Manada.
No acaba aquí la cosa. En la misma portada también se explica que el consejo de RTVE se ha renovado por el sistema mafioso de la subasta entre el PP y el PSOE, saltándose la selección de candidatos derivada del concurso de méritos: sólo 4 de los 10 nuevos consejeros figuran en la lista de 20 que aprobaron el concurso. Los otros 6 nuevos consejeros lo suspendieron. Sobre esta nota se ve una foto de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, pobre, incapaz de explicar cómo se gastarán los 11.000 millones en ayudas al comercio, el turismo y la hostelería que Pedro Sánchez comprometió este miércoles en el Congreso. Maravilla.
Mira por donde, el importe total de la regularización fiscal que el Rey emérito ha pagado a tocateja a Hacienda equivale a 2.629.213 dosis de la vacuna de Astra Zeneca, la más barata, o a 315.789 de Moderna, la más cara, según los precios pagados por la Unión Europea en diciembre de 2020. Justamente aquí encaja la noticia principal de la primera de El Periódico: España vacuna diez veces más lento porque no dispone de suficientes viales. Es lo que decía ayer la consellera Vergès a El Punt Avui. Sin afán de demagogia, sería bueno preguntarse cuál es el precio pagado por esta imprevisión, muertos incluidos.
El Punt Avui también añade una nueva causa de indignación, con un título muy simpático: hoy se cumple un año de la primera reunión de la famosa mesa de diálogo entre el Govern y el gobierno español. Primera y última. Tenían que hablar de referéndum, amnistía, etcétera. Encima, el juez Llarena ha resucitado. Ahora intenta enmendar su fracaso enredando al Tribunal de Justicia de la UE, el mismo que él mismo no ha respetado en este mismo caso que le ocupa. Hablando de Europa, La Vanguardia dice que serà necesario un pasaporte de vacunación para viajar por la UE, cosa que liga con que no nos vacunan al ritmo que haría falta y, por lo tanto, este verano viajará su tía, porque si no estás vacunado, no te dan el pasaporte. ¿No es genial?
A los diarios no les tendría que resultar tan difícil de entender por qué la gente está más o menos fastidiada y el por qué de las bullangas de estos días. Sólo tienen que leer las noticias que ellos mismos publican en los mismos diarios que pontifican y truenan al descalificar la irritación e impaciencia de la ciudadanía porque cien o mil vándalos cometen saqueos y violencias. Si los diarios leyeran diarios, entenderían que no faltan argumentos para salir a la calle al estilo de los parisinos el 14 de julio de 1789. Ya pueden dar gracias que la cosa no ha ido por ahí.