Ningún diario de Madrid publica en portada que, por primera vez, una empresa automovilística china se instala en Europa para fabricar coches. El grupo estatal chino Chery, aliado con la catalana EV Motors, prevé fabricar 150.000 coches el año a partir de 2029 en la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, inactiva desde hace tres años. Chery producirá las marcas Omoda y Jaecoo, mientras que EV Motors relanzará la antigua Ebro con tecnología del socio chino. Supondrá una inversión de 400 millones de euros y la recuperación de 1.250 puestos de trabajo directos, además del impacto sobre el sector auxiliar. Las portadas de los diarios de Barcelona sí le dedican buen espacio. Sin aspavientos: no es la noticia más importante en La Vanguardia, ni en El Periódico ni en El Punt Avui. Lo es en Ara, que titula con mucha esperanza el argumento de que Chery "quiere hacer de Barcelona una base mundial de exportación".
Ojalá. Ya veremos cómo evoluciona. El fabricante chino es el noveno grupo automovilístico de su país —no es un pez gordo— y también se plantea abrir otra planta en el Reino Unido esta década, según ha dicho Víctor Zhang, un ejecutivo de Chery, al Financial Times, el diario de la City de Londres. La iniciativa, pues, ha sido bien recibida por los diarios del país, pero da la impresión de que genera cierta desconfianza. Se podría decir que las portadas se han comportado como el rey Felipe VI, que ha preferido presidir la gala del centenario de Telefónica en el Teatro Real de Madrid en vez de coincidir con Pedro Sánchez en la presentación de Chery y EV Motors en la Zona Franca de Barcelona. Esta historia abre La Razón. Ciertamente, el atrezo institucional monárquico encaja más con la fiesta de una teleco española que acaba de jubilar a más de 3.500 trabajadores que con la resurrección de una planta industrial en un polígono portuario de la capital catalana.
El País y La Vanguardia abren la portada con la crisis entre Israel e Irán. Ambos diarios destacan que el ataque con pequeños drones, atribuido a Israel, contra una base aérea militar cerca de la ciudad iraní de Isfahan, se calibró para mostrar la capacidad israelí para atacar el corazón de Irán y, al mismo tiempo, ahorrarse una nueva escalada bélica entre ambos países.
El Trío de la Bencina va a la suya y hace campaña activa contra EH Bildu —a quien los tres diarios identifican con ETA— con la esperanza de arrancar|arrebatar al PSOE y trasladar al Partido Popular el papel decisivo en la configuración del futuro gobierno vasco. El Mundo va muy a fondo. Titula recordando que, en 2015, el candidato a lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, participó en el homenaje a una etarra muerta que acabó con la condena de los cuatro organizadores por enaltecimiento del terrorismo. La gracia, sin embargo, es la foto, donde se ve a Fátima e Itxaso, a dos jóvenes, dentro de una réplica del zulo donde ETA tuvo secuestrado 532 días el funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. Es curioso. Someter a los votantes a esta misma experiencia de resucitar a ETA en su cabeza o en su corazón es lo que intenta hacer este diario —y el resto de medios madrileños— esta última semana. Itxaso, sin embargo, no ha salido muy convencida. "Bildu es un partido como cualquier otro", replica al tabloide ultra madrileño. Con esta joven, el zulo les ha salido por la culata.
