Si la investidura de Pedro Sánchez ya hacía aguas en muchos ámbitos de la política española por la dependencia de los votos de los socios que le dieron apoyo para que pudiera continuar en la Moncloa —especialmente los de los independentistas ERC, Junts y EH Bildu—, ahora la coalición del ejecutivo que forman el PSOE y Sumar ha entrado en colisión a causa de las políticas de defensa y la defensa militar, en un momento especialmente delicado para el futuro de Europa, que tiene la necesidad imperiosa de rearmarse —palabra que rechaza el presidente español— para hacer frente a los cambios en el orden mundial que han provocado la guerra de Ucrania, la amenaza rusa y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Si la división ya se visibilizó por la polémica del pago del IRPF de las personas que perciben el salario mínimo interprofesional (SMI), ahora ha sido la votación de este jueves de la iniciativa no legislativa propuesta por el BNG —otro socio de investidura de Sánchez— para que el Estado español abandone la OTAN y exija su disolución, lo que ha abierto otra “guerra” interna en el seno de la coalición de gobierno.
El PSOE y Sumar tienen posturas enfrentadas en cuestiones claves que afectan a la defensa y al aumento del gasto en esta materia, pero las diferencias van mucho más allá, entran en el terreno ideológico, como se reflejó en las votaciones. Los dos socios de coalición votaron de manera opuesta, y el partido liderado por Yolanda Díaz votó a favor de la moción del BNG que rechazaba el plan de rearme europeo, se oponía al aumento del gasto militar y pedía la salida de España de la OTAN, la alianza a la cual pertenece desde 1982, cuándo se convirtió en el 16.º integrante de la organización que hoy en día cuenta con 32 países miembros. Con Sumar se alinearon también Bildu y Podemos con la propuesta del BNG, mientras que los socialistas votaron en contra, junto con el PP, Vox, Junts y PNV, y ERC se abstuvo. Las portadas de los diarios conservadores de Madrid se frotan las manos con esta nueva división interna del Gobierno.
La Razón celebra la “soledad” de Sánchez en el Congreso mientras negocia en Bruselas el rearme de la UE y titula: “Giro histórico en Defensa: Sumar desarma Sánchez con su ‘postureo’ militar”, aunque desde la Moncloa, afirma el diario, “se resta relevancia al desmarque de la vicepresidenta Díaz” y aseguran que “no irá a más”. También el ABC titula que “Sánchez se presenta en la cumbre de defensa (europea) con su socio reclamando salir de la OTAN”, y destaca que “Sumar se une a Bildu, ERC y BNG para rechazar en el Congreso el aumento del gasto militar y marcar distancia con la agenda europea frente Putin”.
Sánchez, también debilidad en Europa
El Mundo, por su parte, va más allá y analiza las consecuencias que tiene para Sánchez en su posición internacional. “La UE ignora las reticencias de Sánchez y llena sus arsenales”, titula el rotativo. En páginas interiores añade que “la apuesta por el rearme en Europa desarma la estrategia de Sánchez, obligado a desmarcarse por la presión de sus socios,” y apunta que el presidente del gobierno llegó a Bruselas pidiendo hablar de “seguridad” en lugar de rearme y se marchó lamentándose: “No quiero hablar sobre decisiones ya tomadas”, dijo Sánchez después de la cumbre. El País también minimiza en su portada la división del Gobierno en las votaciones de este jueves en el Congreso y se centra en la cumbre europea, asegurando que “la UE erige un ‘muro’ ante Rusia y reclama su papel en Ucrania”, explicando que “todos los países miembros, a excepción de Hungría, dan apoyo a Kiev y exigen garantías de seguridad ‘robustas y creíbles’” y también que los “gobiernos discuten la manera de financiar el rearme europeo”.
Entre la prensa catalana, la división del gobierno solo interesa a La Vanguardia, pero lo enfoca dando un paso más allá, asegurando que “la mayoría de la investidura se fractura con votaciones perdidas”, y además de la votación contraria entre los socios del Gobierno en la cuestión de la inversión en armamento, también destaca que “PP, Vox y Junts tumban la Agencia Estatal de Salud”, la segunda proposición no de ley que se votó en el Congreso.
Coventry rompe el techo de cristal olímpico
Pero hay otra protagonista en algunas de las portadas de este viernes, en la de La Vanguardia, El País y El Mundo, y es la nueva presidenta del Comité Olímpico Internacional (COI), la exnadadora de Zimbabue Kirsty Coventry, que ganó por mayoría absoluta y en la primera votación en las elecciones celebradas para suceder el alemán Thomas Bach, superando por 49 votos a 28 al catalán Juan Antonio Samaranch Salisachs. Una elección histórica, porque Coventry rompió el techo de cristal olímpico, convirtiéndose en la primera mujer que ocupará la presidencia del COI desde 1894, y la primera africana. Los tres diarios dedican la fotografía principal de la portada a la nueva presidenta del movimiento olímpico durante los próximos ocho años; El País y La Vanguardia han escogido la misma imagen de Coventry, agradeciendo “el honor” de su elección, mientras que El Mundo ha optado por una fotografía de la nueva presidenta con el catalán Pau Gasol.







