Destacable portada de La Vanguardia. Para los que conocen la gramática del diario, es casi una convocatoria a la manifestación en defensa del catalán en la escuela que arranca este sábado a las 11 de la plaza Tetuán de Barcelona. La Vanguardia, cuando quiere y se da maña, dice sin decir, como la buena poesía. La portada se abre con el título "Casado inflama el conflicto por el catalán la víspera de la manifestación". Qué más quieres, Manolito. Es el único diario que le pinta la cara al presidente del PP por las mentiras catalanófobas que difundió ayer en Galicia. El único diario de Barcelona que lo hace, porque a los de Madrid no se les espera. Alguno, como El Mundo, echa sal a la herida haciendo salir a una que repite la trola sudada de que Franco benefició a Catalunya y al País Vasco, o se queja de que "los sindicatos y la iglesia" dan apoyo a la manifestación en lugar de preguntarse por qué será. ABC hace salir al padre de un niño del Prat que ha reclamado al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya que aplique el 25% de español en la clase o en la escuela de su hijo, que tiene "necesidades especiales". Vaya por Dios.

Pero volvamos a La Vanguardia. Hace casi un mes, el diario hizo una cobertura fría, raquítica y miedosa de la sentencia del Tribunal Supremo que desmantelaba la inmersión. Aquí se preguntaba "dónde está el diario de referencia de Catalunya para ejercer de abanderado y hacer sonar la voz del país" cuando lo que está en juego es la lengua de todos, y no un corredor mediterráneo, una ampliación del aeropuerto o unos juegos olímpicos. No sabemos dónde estaba aquel 26 de noviembre, pero hoy ha aparecido. Tampoco publica editorial sobre el tema —sí el billete del director—, pero al menos abre la sección de política con la cosa. Un diario que hace un mes era cobardica, triste y decepcionante se ha vuelto decidido, indignado y agudo. A la altura de su propia historia y responsabilidad. No estaba muerto, estaba de parranda. Tenía que decirse. Queda dicho.

Que Juan Carlos I ya se ha puesto manos a la obra con su regreso a España lo demuestra que cinco de las ocho portadas llevan la foto del emérito en el palco de la pista de tenis donde ayer se celebraba un torneo insustancial con la presencia de Rafael Nadal. "Se ha dejado ver", como escriben ahora los diarios, en ese el estilo servil de las revistas de chismorreos rosados. Prepárate, que veremos más como estas. Porque, aunque los diarios no lo expliquen, el emérito también juega la partida. La suya. ¡Vamos Rafa!

El Mundo se suma al afán de meter miedo con la sexta oleada de la pandemia y dice que hay el triple de contagios que hace un año. Sí. Calla, sin embargo, que no hay ni la mitad de ingresados, como explicaba El Periódico este viernes. También calla, como el resto del Trío de la Bencina, que la Comunidad de Madrid, desde el lunes, acumula 16.892 casos nuevos de covid-19 y duplica la incidencia acumulada en cinco días. La presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ya no se pavonea como antes. En 2020, Madrid fue la región de Europa con más exceso de muertes —exceso que se atribuye a la pandemia. Este año puede repetir. Lo sabremos en toda Europa salvo en la misma Madrid, donde los medios impresos de la ciudad no lo cuentan, excepto El País. Qué pena.

La Vanguardia, portada

El Periódico, portada

El Punto Hoy, portada

Ahora, portada

El País, portada

El Mundo, portada

ABC, portada

La Razón, portada