Ya lo decían cantante Liza Minnelli y Joel Grey en el famoso número de la película Cabaret, "Money makes the world go round" (el dinero hace girar el mundo), que extrapolado a la actualidad política que nos ocupa, y que ocupa algunas portadas, quiere decir que el dinero hace girar la investidura del próximo president de la Generalitat. También lo decía Marta Rovira, la secretaria de ERC, que tiene la llave del acuerdo que puede dar la presidencia a Salvador Illa, y que quiere otra llave: "No solo queremos la caja, queremos la llave de la caja". Esquerra insiste en situar la financiación como elemento clave para cerrar un acuerdo. Y así el reloj va corriendo, van pasando los días, el plazo autoimpuesto por los republicanos (el mes de julio) se agota, y la soberanía financiera que reclaman para Catalunya, esta financiación propia y singular, centra las negociaciones con el PSC (o mejor dicho, el PSOE, que tiene en sus manos la decisión). ¿Hasta dónde estará dispuesto a llegar Pedro Sánchez? ¿Cuál de las llaves del llavero está dispuesto a entregarle a Esquerra? He aquí el quid de la cuestión.

Un cambio de modelo de financiación

La Vanguardia destaca en su portada que "el PSC y ERC negocian que Catalunya recaude los impuestos que paga". Eso pasa por un cambio en el modelo de financiación, que implicaría otorgar a la Generalitat la recaudación de los tributos que pagan los catalanes. Pero las negociaciones que las dos formaciones mantienen para intentar cerrar un acuerdo pone el acento en qué organismo gestionaría el dinero recaudado y el reparto entre las administraciones catalana y central. Replicar en Catalunya el concierto económico del País Vasco es del todo imposible, quizás por eso, ERC se conformaría con "obtener el control real de la financiación catalana". Y establecer cuál es ese control y como se establece, es el problema o la solución.

Quien también habla de dinero es La Razón, porque "la pasta es lo que mueve la negociación de ERC con la Moncloa para sacar adelante la investidura de Salvador Illa". Y entre lo que reclaman los republicanos, según el diario de Planeta, está "cobrarse otros 150 millones para los Mossos", con la justificación de la necesidad de ampliar la plantilla del cuerpo policial catalán que, según el rotativo y según dice que denuncian a los sindicatos policiales, "ya parte con ventaja en sus condiciones laborales y de efectivos". Explica La Razón, que el Gobierno y la Generalitat acordaron en diciembre financiar con 1.600 millones un despliegue de los Mossos hasta 2030, y que este retraso en el cumplimiento "es uno de los argumentos" de Junts en su "estrategia de sacar más los dientes al PSOE a Madrid para interferir en la negociación catalana, y de salir esta adelante, interferir en la marcha de la legislatura en España".

El temor a la vuelta de Puigdemont

Y la otra cuestión clave en las negociaciones, es qué es lo que está dispuesto a aceptar ERC para que la ejecutiva del partido dé luz verde a la propuesta final, antes de presentarla a la militancia para su aprobación definitiva. Sin embargo, según El País, esta cuestión está acondicionada por Carles Puigdemont y su retorno, que según el diario, "condiciona el tramo final de las negociaciones para investir a Illa" porque la cúpula de Esquerra teme que el retorno del líder de Junts "desestabilice sus a bases", que son las que tienen que aprobar el acuerdo final para la investidura de Salvador Illa. El rotativo asegura que la "reaparición de Puigdemont añadiría tensión a la prevista consulta a las bases de ERC, decisiva para el pacto". Según El País, este sábado, quizás, habrá más pistas, porque el acto previsto del presidente en el exilio, en Amélie-les-Bains-Palalda, un pueblo de la Catalunya Nord cerca de la Jonquera, puede aclarar el "plan de retorno a Catalunya de Puigdemont para después anunciar el acuerdo de investidura de Illa".

El ABC desbarra con la trama rusa y Puigdemont

Aparte de la financiación, pero siguiendo hablando de dinero y de Puigdemont, otro de los temas que llama la atención a las portadas del día es el que se lee a en el ABC, que titula así: "El plan de Puigdemont: millones de euros rusos para alabar a Putin" un plan que consistirá en la difusión de mensajes en las redes para manipular a la opinión pública "nacional e internacional", que contaría con la colaboración del Kremlin y de Julian Assange. La rocambolesca información de este miembro ilustre del Trío de la bencina asegura que este plan de "desinformación con ayuda rusa" que atribuyen a Puigdemont "causó un grave perjuicio a la seguridad nacional y a la UE", según un informe de la policía, en concreto de la Comisaría General de Información (CGI), que ha enviado al juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Según este informe, "la trama secesionista liderada por Carles Puigdemont y el gobierno de Vladímir Putin tenía entre sus objetivos demostrar que estas relaciones no solo fueron un elemento clave del movimiento independentista catalán, sino que, a consecuencia de ellas, se produjo un grave perjuicio contra los intereses vitales del Estado y, singularmente, contra la seguridad nacional, el orden constitucional y la Unión Europea".

 

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