Llama la atención la disparidad con que los diarios de Barcelona tratan los 12.383 millones de euros de déficit de inversiones del Estado en Catalunya, cifra que la parte catalana puso sobre la mesa de la Comisión Bilateral de Infraestructuras Estado-Generalitat, celebrada ayer. La Vanguardia y El Punt Avui abren con la cosa. Ara y El Periódico no le dicen ni mu en primera página. Es probable que estos diarios piensen que es uno de estos temas recurrentes y aburridísimos o que no quieran parecer unos lloricas victimistas o unos tacaños egoístas, etcétera, que son los estereotipos que se han hecho circular justamente para causar esas reacciones pusilánimes y amedrentadas cuando te birlan lo que es tuyo o te engañan y manipulan para que pienses que el incumplimiento de sus obligaciones también es culpa tuya.
También llama la atención que ninguno de los diarios de Barcelona lleve en portada el embrollo que se ha organizado en el País Valenciano a causa de la imputación de la vicepresidenta, Mònica Oltra (Compromís), en el caso de los abusos de su exmarido a una menor. Al Tribunal Superior de Justicia de Valencia lo motiva en "la posible existencia de un concierto entre Oltra y varios funcionarios a su cargo con la finalidad bien proteger su pareja de entonces (...) o bien proteger la carrera política de la aforada". Oltra dice que no hay pruebas, que es una cacería de la ultraderecha judicial y que no quiere dimitir, como le ha más que sugerido el presidente valenciano Ximo Puig. Al TSJ le basta con "la posible existencia" para incoar diligencias previas "con el fin de investigar hasta qué punto esta sospecha inicial tiene la entidad suficiente para permitir que el proceso pueda continuar su curso ordinario". La lectura del resto del auto es igualmente inquietante. Una vez y otra, a las objeciones a la imputación que formula el mismo texto responde con conceptos como "hace pensar", "posible existencia", "sospecha inicial" y parecidos, que tienen poco que ver con hechos y acciones concretos y definidos o indicios claramente señalados y van más bien a justificar la decisión de los jueces de imputar a Oltra. Es decir, que tienes motivos para pensar como Oltra o para dudar de todo, de manera que no es extraño que los diarios de Barcelona no tengan el caso en portada, más sensibles como son a los jueces y tribunales en casos donde la política resulta afectada.
En cambio, los diarios de Madrid van entre fuertes y muy fuertes con ese asunto. Es curioso como el Trío de la Bencina —especialmente El Mundo y ABC— ya dan a Oltra por condenada y le exigen la dimisión y más allá. Porque, como todo el mundo sabe, hicieron lo mismo con Mariano Rajoy cuando la Audiencia Nacional lo llamó a declarar como testigo en el caso Gürtel. El mismo Supremo corroboró que Rajoy mintió al negar durante el juicio tanto la existencia de la caja b del PP como el cobro de sobresueldos. Tiene mérito, porque Rajoy, en el juicio, estuvo amablemente entretenido y ayudado por el magistrado Ángel Hurtado, el presidente de la sala, a quien unos meses después otorgaron una plaza en el Tribunal Supremo. En esta pieza, el tema no es tanto si Oltra dimite o si la presunción de inocencia tal pascual, sino la incoherencia y el sectarismo de estos diarios, que no pidieron la dimisión ni condenaron de avance al político del partido que les cae bien. Peor todavía, han hecho pública la teoría del "gobierno ilegítimo", en referencia al de Pedro Sánchez, que nació de una moción de censura al ejecutivo presidido por Rajoy, motivada por la sentencia del caso Gürtel. Nada que no sepas, pero va bien recordarlo si hablamos de cómo los diarios hacen información.