¿Qué novedad, verdad? Ciertamente, no es primicia alguna. El ministro de la Presidencia español, Félix Bolaños, decía el miércoles que los indultos a los líderes del 1-O condenados por el Tribunal Supremo han hecho de Catalunya "un lugar habitable". Esta tontería —tan reveladora de la mirada sobre Catalunya que tiene el mundo progre español— llegó a provocar la indignación de los representantes del tertulianato local más complaciente, que en radios y teles se hacían los ofendidos con grandes aspavientos, porque hay que aprovechar hasta las humillaciones para hacerse un nombre y engordar la audiencia. Bien. Pues las portadas de los diarios de hoy presentan un ramillete de títulos que demuestran que Bolaños se equivocaba de lugar inhabitable. Dice El País que Pedro Sánchez anunciará hoy la modificación de la ley del CNI para evitar episodios como el CatalanGate (en ese diario lo denominan, claro, caso Pegasus). Ya veremos qué pasa. De momento, la desclasificación de las autorizaciones judiciales al espionaje —la reforma más importante— ha sido chutada hacia el siguiente periodo de sesiones. Este camino ya lo hemos recorrido. La impresión que da El País es que quiere entusiasmarnos con unos cambios cosméticos, gatopardescos y aplazados, como los conquistadores deslumbraban con bisutería y cristales de colores a los habitantes originarios de América. Ya pasó igual con los cambios en ley de seguridad nacional de no hace muchos días.
En el resto de diarios de Madrid, otras señales de la España inhóspita y hostil. ABC abre en tono de queja con la reforma del reglamento del Congreso que permitiría intervenir en la cámara baja en las lenguas cooficiales. Año 2022, tenemos Google Traductor y todavía estamos aquí —y espérate. En Catalunya, la triple derecha española (PP, Cs y Vox) se organiza para retrasar la aprobación de la llamada nueva ley del catalán de manera que pase los plazos establecidos en la sentencia del 25% de castellano. Ara y El Punt Avui titulan su portada con el tema —en otro sentido, claro. El Periódico lo lleva por debajo de la página. La Vanguardia no dice nada. En El Mundo presentan la nueva ley del catalán como un artefacto para eludir la sentencia que impone un 25% de castellano en las aulas y acusan de ello al PSC, que debe mirárselo estupefacto, porque nadie ha aplaudido más la sentencia que ellos. El diario habla de "las familias", en genérico, para aludir a la minoría de padres que ha obligado a rehacer los currículums educativos de las escuelas. Se conoce que las otras, la inmensa mayoría que no tiene problema con la inmersión, no son "familias".
Más. El mismo diario ultra tiene un título por debajo de la portada donde explica que la presidenta de la región de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ofrece a organizar un tributo "a los policías que vencieron a ETA". Hace pocos días, los Estados Unidos borraban a ETA de su lista de organizaciones terroristas, pero España se resiste a aceptar la realidad, pasar página e ir adelante. Hace más de 10 años que ETA dejó de asesinar y casi cinco que entregó las armas y se disolvió. En España, sin embargo, se obstinan en refundar la banda terrorista, sostener su imaginario y su presencia. Last, but not least, La Razón abre portada diciendo que el PP sólo aceptará renovar el Consejo del Poder Judicial si gana uno de los vocales del Tribunal Constitucional que se tienen que nombrar en junio que viene. Qué país tan bonito.