Todas las portadas de hoy causan algún daño a Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, de gira por África. Las heridas principales provienen de los tiros que el ministerio de Sanidad dispara al pie del mismo gobierno con el enredo de las vacunas. No ha pasado ni una semana desde que se hizo el anuncio de la madre de todos los planes de vacunación y ayer, en Madrid, el 62% de los convocados a recibir la vacuna pasaron de ir. La media de rechazo en España está entre el 15% y el 20%. Ciertamente, la cifra engaña, porque hablamos de personas mayores, que son las más reticentes. Pero no ayuda nada a que la Agencia Europea del Medicamento diga que la vacuna de AstraZeneca funciona y el gobierno español lo ponga en duda, como si los políticos locales supieran más que los expertos de la Unión Europea. Todo el mundo se da cuenta de que los políticos se protegen a ellos mismos.

También es verdad que algunos diarios, consciente o inconscientemente, han exagerado haciendo titulares con los episodios trombóticos —de origen aun desconocido— entre los vacunados. Siempre es más noticia un muerto que mil vivos, vale, pero quizás nos hemos pasado de la raya y la consecuencia es que se ha extendido más el miedo que la confianza. El trío de la bencina ha mojado mucho pan en esta salsa.

Hoy, sin embargo, tienen la suerte de que el mismo Pedro Sánchez se ha añadido a la pelea, al acusar a la presidenta de Madrid, Isabel Ayuso, de favorecer la extensión de la pandemia. Sánchez tiene razones: este jueves, Madrid lideraba los principales indicadores de la Covid. También tiene Ayuso, las que se han explicado más arriba aquí mismo. El trío de la bencina (El Mundo, ABC, La Razón) ha hecho caer a Sánchez en la trampa de hacerse protagonista de la campaña electoral en la comunidad de Madrid. El día 14, cuando los madrileños lleguen a los colegios electorales, el nombre que verán en la papepleta no será el de Sánchez, sino el de Ángel Gabilondo, que —de momento— no ha hecho acto de presencia en las portadas de los diarios.

Al lado de esos tres, El País hace esfuerzos patéticos por no perjudicar al gobierno central. Su titular principal equipara a Sánchez y a Ayuso. Punto para la presidenta, que aparece como una líder española y no regional. También dice que el rechazo a la vacuna de AstraZeneca "es desigual entre las autonomías". Sí, claro. Desigual pero muy elevado: entre el 15% y el 20% rechazan vacunarse. El Mundo, que va con el cuchillo en los dientes, lo explica de otra manera: "El caos en la vacunación multiplica las renuncias por miedo". La Razón titula más o menos y, encima, extiende dudas sobre otra vacuna, Janssen, por dos casos no confirmados. El País puede intentar templar gaitas, pero el juego de los otros es el de la poca vergüenza. Y a sinvergüenzas no les podrás ganar nunca.

Duque de Edimburgo, Santo Subito!

Una diferencia interesante entre las portadas es el tratamiento diverso de la muerte del Duque de Edimburgo y marido de la reina Isabel II. Los diarios de Barcelona lo llevan en primera discretamente. Los diarios de Madrid (y La Vanguardia), sin embargo, lo destacan bastante, algunos con lisonjas dignas de causa mejor (Santo Subito!). Da mucha vergüenza ABC, que utiliza como título el lema de James Bond con una fotografía del Duque ya muy viejo. Verlo provoca una disonancia cognitiva grande. Eso, que a sinvergüenzas no les podrás ganar nunca.

LV

EPC

AHORA

EPA

EP

ME

ABC

LR