Portadas: Vuelve la España que ha de helarte el corazón

La conferencia del president de la Generalitat, Pere Aragonès solo abre una portada de las cuatro de los periódicos de alcance catalán. Es la del diario Ara, que le da tratamiento business class: título y foto. El Punt Avui lo lleva de segundo tema, con un título ("El rumbo del presidente Aragonès") que no se refiere a nada en concreto. Parece que lo hicieron hace una semana y que igualmente podrán volver a publicarlo dentro de una semana. También puede ser que lo dejaran escrito como de prueba, para tapar el agujero, y olvidaran poner uno de verdad. Ahora tanto da. El diario prefiere abrir con la actitud benévola (o "desobediente", depende de cómo quieras verlo) del Departament de Interior con la nueva "ley mordaza". La Vanguardia y El Periódico optan por dar preferencia a la gresca interna en el Partido Popular a raíz de las elecciones en Castilla y León, que han dejado abierta a la vista de todo el mundo la lata de gusanos que es ahora mismo la formación presidida por Pablo Casado.

Los dos periódicos más vendidos de Catalunya abren con el mismo material que sus colegas de Madrid. Se ve que las propuestas del president en su conferencia Avancem no hacen tanta mella como los avatares del PP. Es inquietante lo mires como lo mires. Sobre todo si piensas que ninguno de esos diarios —tampoco los de Madrid, to be honest— tienen gran interés en saber quién gobernará en Castilla y León, comunidad que reúne al 5% de la población española y representa el 20% del territorio del Estado. Todo se lee en clave de política madrileña o española, que vendría a ser lo mismo. Al final del día, tienen razón los partidos de la España vaciada o vacía (escoge tu aventura): minutos después de que se supieran los resultados, al ver el gatillazo del PP, las provincias castellano-leonesas vuelven a importar un rábano a los partidos, a los diarios y al kommentariat, tres instituciones tan madrileñocéntricas como el Arco de Cuchilleros.

Como el PP tiene muy malas cartas en esta partida, los diarios de su corte tiran hoy varios botes de humo para disimular. Tanto El Mundo como ABC como La Razón publican la fotografía de Pedro Sánchez, como queriendo decir que el enredo es del PSOE. Incluso se contradicen entre ellos. Mientras El Mundo señala el "silencio" de Sánchez "tras el descalabro", ABC le hace hablar para decir que atiza el miedo a Vox —no será que lo que asusta más es que el PP piense seriamente en pactar con los ultras?— y La Razón lo presenta presidiendo la ejecutiva de los socialistas, donde seguramente diría algo, ¿no? En cambio, los títulos principales pintan con dramatismo el dilema del PP —pactar o no con Vox— y sus consecuencias: el pacto encumbrará a Isabel Díaz Ayuso, su defensora, y la negativa aboca a nuevas elecciones regionales. En cualquier caso, el actual presidente del PP, Pablo Casado, sale perdiendo, escaldado, y su estrategia, si tenía alguna, queda desacreditada. Estarás pensando que, si los resultados de Castilla y León se hubieran producido en Alemania o Francia, los dos partidos grandes ya se habrían encontrado para pactar un cordón sanitario o un frente común y aislar a Vox. Lo ha propuesto el alcalde de Valladolid, socialista. Pero estamos en España, que tiene su dinámica histórica peculiar. La política aún se hace siguiendo las líneas tópicas de las dos Españas —la que muere y la que bosteza— que Antonio Machado, poeta castellano, retrata en Españolito. Una de las dos, o las dos, ha de helarnos el corazón.