El futuro presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, considera "perfectamente legítimo" el pacto de gobierno por que el PP entrega a Vox la vicepresidencia del ejecutivo regional, tres consejerías y la presidencia del legislativo. Es la primera vez que pasa en Europa. Podía haber sido la segunda si la canciller alemana Angela Merkel no hubiera obligado a su "barón regional" del estado de Turingia a deshacer los acuerdos con la extrema derecha de AfD tras las elecciones regionales de 2018. Más aun, propuso que la CDU, su partido, votara al candidato socialdemócrata, que había quedado el cuarto. En junio del año pasado, Armin Laschet, el efímero sucesor de Merkel en el partido, afianzó el principio: "la CDU es un baluarte contra la extrema derecha". La CDU es capaz de pactar con liberales, socialistas y Verdes, pero no quiere saber nada con AfD ni con Die Linke, el equivalente alemán de Podemos. Que la derecha mediática madrileña, con el caso alemán bien presente, haga hoy lo imposible por esconder el pacto PP-Vox quizás quiere decir que no consideran digno de celebración el acuerdo que deja entrar a un gobierno autonómico a un partido que quiere cargarse el sistema autonómico. Hasta ahora, el Trío de la Bencina, se había entusiasmado cuando las encuestas preveían que PP y Vox juntos podían gobernar España. Aplaudieron los acuerdos que permiten a los gobiernos regionales del PP disponer del apoyo parlamentario de Vox en Andalucía, Madrid o Murcia. Este viernes, sin embargo, mientras El País o La Vanguardia abren portada con la capitulación del PP ante la extrema derecha y lo titulan con un aire entre el reproche y el espanto, ABC, La Razón y El Mundo parece que quieran esconderlo de tan pequeño que lo dan. El Periódico hace un mix: lo da pequeño pero lo titula pinchando a Feijóo. Pica pero pica poco, como el "Cuervo Loco" del tebeo.
ABC, que publica el tema con el mayor título, lo describe con piedad y azúcar diciendo que el PP y Vox "se ponen a prueba", como si fuera una cata inocente de vinos y no la misma consumación de la noche de bodas con pelos y señales. Los otros dos lo llevan en una columna, al lado del título principal y, lejos de dar la noticia del pacto, desvían la atención contra Pablo Casado, a quien acusan de haber provocado el repaso del Partido Popular Europeo al español. Pobre Casado. Hace menos de un año no quiso contestar sí o no cuando el Financial Times le preguntó si Vox es un partido democrático. Qué lección tan amarga. Quería nadar y guardar la ropa y ha acabado desnudo y ahogado sin que nadie le eche ni medio cabo para salvarse. Una explicación al comportamiento del Trío de la Bencina viene el billete del director de ABC en página 2, titulado "Vox ya gobierna", como una bandera. Dice que se escandalizan del pacto PP-Vox "los mismos que nuncahan llamado extrema izquierda a Podemos, ni golpistas a ERC ni herederos de ETA a Bildu". Caray. Qué manera tan cruel de hacer el ridículo. Por la misma regla de tres, al PP (y quizá a ABC) habría que nombrarlos herederos de la dictadura franquista sin más, cosa que no se espera de ese diario ni de su director. En fin, como ya sabes, el criterio y la mesura, como el buen gusto, no están al alcance de todos.
Importante que Ana Botín, presidenta del Banco Santander, primer banco español y 17.º del mundo, avale las sanciones económicas y comerciales a Rusia. Ya le debe ir bien para el negocio, claro, pero es un ejemplo que seguro seguirán otras grandes empresas. El Mundo ha sido el diario elegido para dar esta primicia. Enhorabuena. Dos notas más de las portadas de hoy. Primera: ABC abre diciendo que "La guerra de Putin siembra Mariúpol de cadáveres". Claro. Qué cosas, ¿verdad? ¿Qué querían, una guerra sin cadáveres o que los cañones del ejército ruso disparen flores? Segunda: El Punt avui hace hoy una portada de ayer. Potius sero quam numquam. Más vale tarde que nunca.