El año 1981, el grupo musicohumorístico La Trinca editó el disco Nou de Trinca, que incluía una canción elaborada a toda prisa. Con el título La dansa del sabre y con la música de la célebre composición homónima de Aram Jachaturián, los trincos ofrecían su versión del golpe de estado del 23-F, quizás una de las más honestas que se han podido dar a lo largo de estos cuarenta años que se conmemoraron ayer.

 

La canción recuerda cómo la noche se pasó "con serenidad, pero con el culo apretat" e incide escépticamente en que al día siguiente el efecto final había sido gritar "Viva España i viva la Constitución... mira per on! ...i visca el rei... ves quin remei". El engaño colectivo que Juan Carlos había salvado la democracia ya hacía fruncir el ceño entonces, pero ahora parece que no avergüenza a nadie, y hoy, 24 de febrero, las portadas vuelven a hacer un ejercicio de pleitesía y vasallaje tragándose una vez más punto por punto el discurso oficial a partir de un discurso del hijo de Juan Carlos, Felipe VI, que solo ha sido un intento de blanquear la monarquía y su dudoso papel ante el golpe de Estado perpetrado por altos mandos del ejército y de la Guardia Civil.

El repaso al quiosco empieza, por mérito propio, por el diario más monárquico de todos los que es fan i es desfan, ABC. Su reverencia se titula El rey reivindica la firmeza de su padre ante los golpistas, y añade que Felipe VI Recuerda, en plena ofensiva contra la Monarquía, que el papel de Don Juan Carlos fue "determinante para la defensa y el triunfo de la democracia". Evidentemente, la redacción del titular deja a gusto del lector determinar quienes son los golpistas a los que se refiere ese diario.

A rebufo de ABC está El Mundo, que empieza con un literal del rey (no, no es una entrevista, que este señor no las da): "La erosión de la democracia pone en peligro las libertades". Por erosión de la democracia se podría entender el papelón de Juan Carlos y su corte de aduladores, pero no es el caso.

La Razón también se congracia con la Casa Real y apunta que Zarzuela vira y reivindica el legado de Don Juan Carlos añadiendo que Felipe VI destaca el papel "determinante" de su padre en su discurso del 23-F.

Incluso El País se corona hoy con Felipe VI elogia el papel de Juan Carlos I frente al 23-F y añade una atrevida afirmación de Felipe VI: "Su firmeza y autoridad fueron decisivas para el triunfo de la democracia".

Entre una cosa y otra, en letra grande ninguno de los cuatro diarios mencionados hace referencia al exilio de Juan Carlos en Abu Dabi, pero lo que es peor, ninguno de ellos cuestiona el papel del emérito el 23-F ni su punto clave, que fuera él y nadie más que él quien tuviera en la mano validar o no el golpe de Estado. Sólo por higiene democrática, lo mejor que se podría haber hecho al día siguiente era destronarlo, para evitar que nunca más la democracia volviera a pasar una noche "con el culo apretat".

En Catalunya, las cosas son un poco diferentes, pero no mucho. La Vanguardia también abona el discurso oficial: El rey reivindica la defensa de la democracia que hizo Juan Carlos I. También lo hace El Periódico, pero no como noticia principal: Felipe VI reivindica el papel de su padre en la defensa de la democracia el 23-F. Ara tampoco abre con este tema, pero apunta que Felipe VI reivindica a su padre. Finalmente, El Punt Avui evita hablar del rey y su titular sobre el golpe de Estado es Clamor para que se desclasifique el 23-F.

 

Imagen principal: El trío La Trinca en plena actuación / MAE - Centre de Documentació i Museu de les Arts Escèniques. Institut del Teatre. Pilar Aymerich y Puig