Gana el yihadista de Algeciras a los presupuestos de la Generalitat por cinco portadas a tres. Estaba claro que los diarios de Madrid abrirían con Yasin Kanza, al hombre que mató al sacristán de una parroquia e hirió al menos a cuatro más, entre las cuales el párroco. También apuesta por esta noticia El Periódico, quizá porque es el tema que dominó las conversaciones este jueves, mucho más que los presupuestos de la Generalitat de Catalunya. Los otros tres diarios que se editan en Barcelona, sin embargo, prefieren abrir con este debate inacabable que lleva vivo desde noviembre de 2022 y aun no se ha cerrado.
Los presupuestos no dan miedo, un yihadista armado con una catana, sí. El odio, el miedo y la ira son las pasiones que más activan la curiosidad de los lectores, según varios estudios científicos. Por eso la mayoría de los contenidos pescaclics (clickbait, en inglés) activan estas emociones. También porque los mensajes cargados emocionalmente se comparten más en redes sociales que los mensajes neutrales. Las personas enfadadas suelen entrar más a debatir con otros que tienen opiniones iguales o contrarias y también buscan más a menudo información que confirme sus opiniones. La gente asustada o angustiada, en cambio, para superar esos estados incómodos, tiende a buscar información que contradiga sus opiniones. En fin, lo que ya sospechabas o intuías. No te hace falta ninguna investigación científica.
Los periodistas, en este sentido, no son gente diferente a ti. Se ven afectados por los mismos estados de ánimo, con la diferencia de que la profesión les prepara para no dejarse llevarse por sus demonios y/o preferencias personales —con mecanismos como reuniones para no tomar decisiones solo o las técnicas para verificar la información, etcétera— y, en general, a pesar de sus sesgos, procuran mantener la imparcialidad. No siempre, sin embargo. Los medios donde trabajan tienen una línea editorial y/o unos intereses en concreto. También un estilo, como una manera de decir. En esa intersección trabajan los periodistas, se hacen los títulos y se deciden las portadas.
Esta chapa es solo para decir que, gracias a conocer todo eso, podemos saber también por dónde respiran los diarios y qué les hace latir. El Punt Avui, por ejemplo, titula "Aragonès cede", una frase directa que resume sin matices el momento actual de la negociación de los presupuestos de la Generalitat. La impresión que da este título, sin embargo, es que el President ha bajado banderas, se ha rendido, y que el PSC es el amo de la mesa. La Vanguardia, Ara y El País, en cambio, añaden una explicación, un motivo —una excusa, si quieres—, de manera que, A Esquerra Republicana, las cesiones le salen gratis en estos diarios.
Ara hace quedar mejor a ERC al decir que cede para "forzar" al PSC a votar los presupuestos. "Forzar" tiene una connotación positiva, como queriendo decir que no es una renuncia, una claudicación, sino una actitud valerosa y responsable, que tampoco pierden nada. El diario presenta a ERC haciendo una bella figura, como dicen los italianos. El País hace una cosa parecida. "Aragonès cede", dice, peeeeeero "para encauzar los presupuestos", es decir, que hace muy santamente. La Vanguardia, menos zalamera, titula que el Presidente "acepta" la B-40 o Cuarto Cinturón —hasta ahora una línea roja— para "facilitar" el voto del PSC, quizás para remarcar que lo hace de mala gana y hacer ver que los socialistas ganan el pulso y que así ya está bien. Igualmente, no es por debilidad ni resignación que el Govern cede, sino en beneficio del pacto, el acuerdo, el diálogo, la moderación, la concordia, la estabilidad y toda cuanta conducta y gesto hace salivar a La Vanguardia.