Las portadas de hoy son un buen termómetro para calibrar qué tienen en la cabeza los diarios de papel —si haces el esfuerzo de considerarlos personas— y cómo nos lo quieren vender. Ayer debían escoger entre tres asuntos muy cargados ideológicamente para abrir la portada: la aprobación en el Congreso de la ley de la eutanasia, la sentencia del Tribunal Superior de Catalunya (TSJC) que obliga a las escuelas catalanas a un mínimo del 25% de las horas en español, y el agravamiento de las restricciones para detener los contagios de la Covid-19. Este último tema lo tenía mal porque ya estaba en muchas portadas de ayer y a los diarios no les gusta repetir. Los tabloides británicos, que saben mucho de portadas, lo tienen por norma —salvo casos como el atentado en las Torres Gemelas de Nueva York que, como máximo, merecen tres días consecutivos en portada.
El resultado de este, digamos, concurso, es casi un empate. Tres diarios abren con la eutanasia: El País, Ara y El Punt Avui. Tres con la pandemia: La Vanguardia, El Periódico y El Mundo, que lo hace con una variante propia (quizás deberíamos llamarla "mutación") y adelanta la decisión del Tribunal Supremo de investigar "la gestión del coronavirus" del gobierno español [quieren decir de la pandemia, porque los virus no se gestionan, pero bueno, todo el mundo tiene un mal día]. Lo presenta como el Supremo pasando del dictamen de la Fiscalía y lleva el asunto como gusta a El Mundo. En este punto debes recordar el código de señales de este diario: Supremo = buenos, independientes, patriotas; Fiscalía = malos, títeres gubernamentales, amigos de etarras y separatistas. La Razón va por libre y dice que el emérito se quedará unas semanas más en los Emiratos. Emérito/Emiratos. Suena bien.
Más ganas que datos
Con respecto a la eutanasia, las portadas hablan de día histórico, etcétera. Se ve que los diarios tenían muchas ganas de eutanasia, quizás más aún que la gente si hacemos caso a los datos: en 2017, fue la causa de muerte de entre el 1% y el 4% de los enfermos de los cinco países donde es legal, entre las cifras del Canadá, que la reguló el mismo año, y de Holanda, que lo hizo en 2002. Seguramente en España cae por aquí. ¿Qué tiene eso de histórico? Al menos no hablan de "muerte digna", que suponía que las otras no lo eran. Sabe mal, sin embargo, que diarios como El País y La Vanguardia recurran al patetismo fàcil, llorón y sensacionalista de presentar el caso de Mari Ángeles —que incluye monjas perversas y todo—, como si eso pasara cada día mil veces. Como si no tuvieran argumentos y datos para defender su apoyo a la eutanasia. Porque los tienen ¿no?
ABC es el único diario que abre con la sentencia que protagoniza el TSJC, ahora en el papel de Departament d'Educació, igual que en la primavera pasada se subrogó, por sus pistolas, en el Departament de Salut. En resumen, los señores magistrados dicen al Govern cómo debe gobernar y al Parlament cómo debe legislar. Todo eso sin que ni uno haya sido votado por los ciudadanos para ejercer poder legislativo o ejecutivo. Son lecciones que va aprendiendo del hermano mayor, el Tribunal Supremo, que saca y pone presidentes de la Generalitat con aquella alegría, por ejemplo. El Mundo se excita más de la cuenta y dice que la sentencia "desautoriza la ley Celáa", que es como confundir el culo con las témporas. Por todo ese contexto, se hace extraño que los diarios de Barcelona no hayan dado más bola en portada a esa sentencia. En La Vanguardia ni sale, y en el resto parece que está de casualidad. Bien, ya sabemos lo que pasa en Catalunya.