La Razón de este jueves da la razón a La Razón del miércoles, perdón por el juego de palabras. Tiene gracia porque el miércoles anunciaba un “pacto secreto entre Puigdemont y Sánchez” para aprobar una “amnistía integral”, pacto del que nadie más hablaba ni ha hablado. Este jueves, el título principal de portada dice que “Moncloa confirma la amnistía total”, una primicia de la cual son los únicos que hablan, y mira que es la información más buscada del año. Que ningún otro diario informe de los vaivenes de la ley de amnistía en estos términos solo puede querer decir dos cosas. Una, que el resto de la prensa está en la luna de Valencia. Todo podría ser, claro, pero parece inverosímil. Dos, que La Razón haya entrado desde hace dos días en un universo paralelo donde sus periodistas —cuando menos los que deciden la portada— contemplan una realidad alternativa en que la amnistía integral y total y etcétera ya se ha aprobado secretamente. No es descartable, dado que el diario del Grupo Planeta ya ha mostrado en otras ocasiones querencia por el periodismo de fantasía. Una tercera opción tiene que ver con las condiciones en que se celebran las reuniones de portada del diario. Conste solo a beneficio de inventario total e integral y etcétera de las causas de esas portadas.
Dice El País, que España e Irlanda han pedido a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que estudie la suspensión del convenio de asociación con Israel por violaciones de derechos en Gaza. Hace dos días, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, calificó de desproporcionada la respuesta militar de Israel a la masacre del 7 de octubre, que condenó duramente. A la embajada de Israel en la Santa Sede no le ha gustado nada. “Lamentable. Juzgar la legitimidad de una guerra sin tener en cuenta todas las circunstancias y datos relevantes conduce inevitablemente a conclusiones erróneas”, dice el comunicado de la embajada. Y remacha: “[la responsabilidad] de la muerte y la destrucción en Gaza recae en Hamás y solo en Hamás. Gaza ha sido transformada por Hamás en la mayor base terrorista nunca vista. Apenas hay ninguna infraestructura civil que Hamás no utilice para sus planes criminales, incluidos hospitales, escuelas, lugares de culto y muchos otros”. A España, a Irlanda y a la UE —si tiran adelante las recomendaciones de los mencionados estados— les espera una respuesta parecida. ¿Tendrán Von der Leyen y el alto comisionado para la política exterior de la UE, Josep Borrell, el coraje suficiente para enfrentar una crisis diplomática de esta medida? Lo sabremos pronto.
Una última nota. Los diarios monárquicos publican en sus portadas la foto del rey de España diciendo obviedades de manera muy incisiva. Felipe VI —quien le escribe los discursos, vaya— es experto en llenar de vacío sus intervenciones y dejar que los diarios afectos y afectuosos hagan el esfuerzo de dar a las reales palabras alguna trascendencia, algún significado. Los más partidarios no osan ir muy allá, no sea que incurran en alguna mala interpretación del monarca. Es una situación cómica. La Vanguardia, por ejemplo, titula diciendo “El rey pide respeto a la independencia judicial”. El Mundo publica una cosa parecida. Claro. ¿Qué quieren que pida? El Periódico, que lleva tiempo esforzándose en figurar entre los diarios más realistas, va un poco más allá e interpreta que “El rey ampara a los jueces” sobre una foto de Felipe VI con los brazos abiertos, como ofreciendo su paternal abrazo a los jueces presentes en el acto. Qué entrañable. Qué tierno. Qué gentil. Es curioso que ABC no diga nada en primera página. Ara, en cambio, le pone el contexto adecuado, sin lisonjas: “Felipe VI da apoyo a los jueces en pleno pulso por la amnistía”. No hay más preguntas, señoría.
