Cuatro diarios (El Periódico, El Periódico de España, ABC y La Razón) ignoran en portada que el Congreso español avaló a 4 nuevos magistrados del Tribunal Constitucional de perfil muy partidista, dos de los cuales con un currículum muy complicado. Los restantes 5 diarios sí abren con el caso. Unos y otros, por acción o por omisión, muestran la España fea, esa que te helará el corazón, con permiso de Antonio Machado. Pero los que no dicen ni mu tienen que cargar también con la vergüenza de silenciar uno de los hechos más relevantes de este jueves y de la legislatura entera. Si los diarios están para vigilar al poder y a los poderosos, el descalabro del Tribunal Constitucional y del Congreso no puede faltar en la portada. No es necesario explicar por qué. Los hechos de ayer hablan muy mal de los diputados que votaron a favor, pero peor aún de los medios de comunicación, que no han hecho ceder ni un milímetro a los partidos que se han repartido el Tribunal Constitucional como una pieza de caza. La verdad es que, en general, no se han esforzado mucho. El Trío de la Bencina porque ya le va bien la fiesta —pese a los aspavientos de la portada de El Mundo— y a los otros porque ya hace meses, quizás años, que han tirado la toalla en estos asuntos y les parecen tan normales como que el sol salga y se ponga.
Es verdad que gracias a algunos digitales se han descubierto las vergüenzas de algunos candidatos. Enrique Arnaldo, propuesto por el PP, se saltó la ley muchos años para cobrar dos salarios públicos, una nómina en el sector privado y la de su bufete de abogados, que recibió un saco de encargos de administraciones públicas gobernadas por el PP. Ayer también se supo que llevó a Pablo Casado al despacho del rector de la universidad donde aprobó 12 asignaturas en 4 meses y le convalidaron 18 más. Concepción Espejel, también candidata del PP, es amiga de Dolores de Cospedal, exsecretaria general del partido y exministra. Fue recusada por sus colegas de la Audiencia Nacional en uno de los procesos por corrupción que afectan al partido que la propone. En otro nivel está Immaculada Montalbán, nombre del PSOE, que proviene del Tribunal Superior de Andalucía y fue condecorada por el gobierno socialista con la medalla de la comunidad. Ramón Sáez, también patrocinado por el PSOE, nunca ha escondido su línea doctrinal de izquierda.
Ambos candidatos del PP son un caso muy extremo y oiremos hablar más de ellos, porque seguramente tendrán que abstenerse en muchos asuntos y serán a menudo cuestionados. Les quedan 9 años de poltrona al frente del máximo intérprete de la llamada Ley de leyes. Las preguntas que quedan en el aire son, por ejemplo, ¿por qué una magistrada que, por partidismo, no sirve para juzgar un caso típico de su jurisdicción tiene que estar en el Constitucional? ¿Por qué el motivo que servía para recusarla entonces no vale ahora? Podríamos seguir.
También es una España muy fea la que debe aceptar sin decir palabra la rebaja de pensiones que exige la Unión Europea para abonar los fondos pospandemia. Aumentar el periodo de cálculo de la pensión es una medida muy efectiva para recortar la pensión inicial de los nuevos jubilados porque los trabajadores, en general, cobran peores salarios en sus primeros años y mejores los últimos. Según ABC, el periodo que se tendrá en cuenta para calcular la pensión pasará a ser el de los 25 últimos años de vida laboral. En 2013 eran los últimos 15. El mismo diario dice en portada que el importe de la pensión se reducirá un 9%. Peor aún, el ministro de la cosa, José Luis Escrivà asegura que es "absolutamente falso" que se recortarán las pensiones. Esperamos que los diarios no dejen pasar más mentiras.