El tono de las portadas es pesimista, salvo La Vanguardia. Parecen resignadas a la agresión militar de Rusia a Ucrania. Muchos diarios tienen este viernes en portada la fotografía de satélite que muestra una concentración militar rusa en la frontera con Ucrania. Es ciertamente alarmante. Pero la guerra no es inevitable. Las televisiones rusas no acompañan los malos presagios de Europa y Estados Unidos. A duras penas mencionan la posibilidad de la guerra. Según los expertos, este es un detalle importante. Si Vladímir Putin, el autócrata ruso, quiere invadir Ucrania otra vez, sería lógico que preparara al público ruso con una explosión de propaganda, como hizo antes de anexionarse Crimea en 2014 o de arrancar las dos guerras de Chechenia en 1994 y 1999. Eso no ha pasado. Quizás no se ha decidido del todo. La guerra es una jugada arriesgadísima. La opinión pública rusa no favorece un conflicto armado con Ucrania, que tiene un ejército que no es rival para las fuerzas armadas rusas, pero que puede complicarle enormemente mantener la ocupación del territorio. Además, EE.UU. y la UE han amenazado con sanciones durísimas, que complicarían mucho la vida de la clase media que da apoyo al dictador ruso y su cleptocracia.

Otra nota destacada de las portadas de este viernes es el poco relieve del fiasco de los recursos de PP, Vox y Ciudadanos contra el indulto a los presos políticos catalanes. El Supremo ha dicho que no los pueden recurrir porque no son parte perjudicada. No ha entrado en el fondo de la cuestión y se ha agarrado a una condición formal para desconsiderar los recursos de la triple derecha. Es curioso que los periódicos no destaquen una noticia que serviría para subrayar que el Supremo no tiene una estrategia predeterminada contra el independentismo, como defiende tanta gente, también fuera del mundo secesionista. Quizás no es curioso, sino que describe y retrata bien la actitud de estos periódicos —todos los de Madrid y algunos de Barcelona— de no mostrar nunca las derrotas de la doctrina oficial para no perjudicar la narrativa del golpe de estado posmoderno, del juicio justo a los líderes del 1-O, etcétera, etcétera. Solo El Mundo se irrita mucho y acusa a los magistrados del Supremo de desidia, de "quitarse de encima" los recursos. Resulta difícil de sostener. El mismo diario explica que votaron en contra de la decisión dos de los cinco magistrados que han decidido sobre el caso. Ahí es nada. Ya ves. El Mundo es así: binario, blanconegrista. O estás con ellos o estás contra ellos.

LV

La Vanguardia

AHORA

Ara

EP

El País

ABC

ABC

EPC

El Periódico

LR

La Razón

ME

El Mundo

EPA

El Punt Avui