El Punt Avui abre la portada con un título que, retocado, es un buen resumen de las primeras páginas de este martes: Nuevo curso, viejas portadas. Porque los diarios del Trío de la Gasolina|Bencina, en vez de explicar la historia del día —la decisión de la Unión Europea (UE) de intervenir el precio de la electricidad— se dedican a su deporte favorito: dejar en el Gobierno a la altura del betún, no importa como|cómo. Es cómico, una vez más, El Mundo, que anuncia haber descubierto que los fondos europeos no llegan a su destino por "falta de funcionarios que los ejecuten". ¿Qué quiere decir "ejecutar" en 2022 y en una sociedad completamente conectada? Se hace extraño atribuir el problema a que no hay suficientes manos públicas para asignar y enviar las ayudas. Alguna cosa no cuadra. Pero como al diario en cuestión le da lo mismo seis o sesenta, ahora dice que las autonomías no disponen de recursos humanos mientras ayer criticaba que el combate a la pandemia no se recentralizara en el Ministerio de Sanidad, las competencias y recursos del cual hace años que están traspasadas a las comunidades autónomas. El ministerio tiene 1.200 funcionarios. Sólo la sanidad catalana tiene más de 60.000. Da igual, pues, decir una cosa y la contraria si sirve para tocar la cara al gobierno pérfido de socialistas, comunistas, hippies, terroristas y separatistas. ABC también habla de los fondos europeos, en este caso para explicar que sí se aplican pero para cubrir una "inversión fallida de Zapatero". José Luis Rodríguez Zapatero es el socialista que fue presidente del Gobierno entre 2004 y 2011. El tabloide monárquico alude a algún fiasco que aun se arrastra del gobierno de aquellos tiempos. El título, sin embargo, confunde: parece que los fondos europeos se utilicen para pagar alguna deuda personal como Zapatero.

La Razón también tiene gracia. Dice que el sistema de topes al precio del gas que regulan la cosa energética en España es peor porque las compañías suministradoras repercuten a los consumidores. A ver, parece que quiere decir eso, porque el título no se entiende y el subtítulo es todavía más confuso. Como los topes son una batalla ganada por el actual Gobierno en Bruselas, la culpa de la alta tarifa eléctrica sería del gobierno, que es de lo que se trata. Pues en La Razón no estarán contentos con la decisión de la UE de intervenir los precios del gas de una manera parecida a lo que pasa al Estado español. Al menos así informa a La Vanguardia, aunque no se sabe muy bien qué tipo de sistema quiere establecer Bruselas para rebajar el precio de la luz. La Vanguardia quizás va demasiado de prisa. El País, Ara y El Periódico son más prudentes y no se adelantan tanto a concretar como actuará la Comisión Europea, porque los estados miembros mantienen un debate bastante intenso sobre el tema y no están tan de acuerdo como parece. Muy interesante el enfoque del texto de portada de El País, que explica esa decisión como una tercera reinvención de Europa, que cada vez que se enfrenta a retos grandes y desconocidos, sale reforzada. La primera sería la defensa del euro allí por los años 2008-2010 y la segunda la coordinación para adquirir y distribuir las vacunas de la covid-19.

Notable el escaso eco en las portadas de la enésima finta de Junts, que ha amenazado muy enfáticamente con abandonar el Gobierno de coalición con ERC —pero que ahora no lo harán— y le dan un mes de margen para que se lleve bien. Un poco como aquella declaración de independencia suspendida en octubre de 2017. Sí, pero no El título principal de El Punt Avui va por aquí (ese de "Nuevo curso, vieja política,"), pero el resto de diarios ni lo llevan en portada, como El Periódico, o lo dan pequeño y con afán de presentarlo como puro teiatru, la misma comedia de antes del verano. Sobre todo La Vanguardia, que titula que "Junts amenaza una vez más...". Una vez más. Otra vez. La canción de siempre. Ya estamos otra vez. Etcétera. O sea, la repetición del ciclo de Caín y Abel. Nada creíble.

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