Ya ha llegado otra vez. El mes de agosto está a punto de acabar y eso significa que las vacaciones de verano tocan a su fin. Además, en el sector educativo, este año se avanza el inicio de curso y los niños y niñas volverán a las aulas antes de la Diada, concretamente, el lunes 5 de septiembre. Lo harán con varios frentes abiertos y, algunos de ellos, desgraciadamente, fuera del terreno estrictamente educativo, como es el caso de la amenaza judicial que pesa sobre las escuelas catalanas de la aplicación del 25% de castellano. El diario ARA dedica un monográfico a todas estas carpetas que hay para el nuevo curso 2022-2023, donde destacan, para más inri, la modificación curricular en la Educación Secundaria Obligatoria, las huelgas de profesores o los efectos de la inflación, que también inciden en la compra de material escolar y de libros de texto.
El retorno a los centros educativos es una cuestión que ocupa, también, la portada del domingo de El País. El medio de Prisa titula: "La vuelta a la escuela se complica: nueva ley y precios al alza". La implantación de nuevos currículums añade incertidumbre porque, según el citado diario, "ha complicado y retrasado el diseño del año escolar y de los libros de texto". En este contexto, sin embargo, la ministra de Educación, Pilar Alegría, cree en una entrevista en El País que "las leyes educativas generan un ruido artificial que después se evapora". Sea como sea, a partir del día 5 hará falta que muchas de las incógnitas que ciernen sobre el terreno —demasiadas— empiecen a quedar resueltas y que la comunidad escolar viva un curso con normalidad, que además será el primero desde el 2019-2020 que empezará sin restricciones pandémicas —y ya tocaba.
Donde también se acumula mucho trabajo es en el plano político. El comienzo de curso ya se ha producido para algunos. Este sábado, el Partido Popular daba el pistoletazo de salida a un año marcado por las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo de 2023, que pueden influir en la cita electoral que vendrá siete meses después, en la que ya piensan, desde hace semanas, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. La inauguración del curso político de los populares, con la presencia de los barones autonómicos y celebrada en Galicia, tiene acogida en la primera página de muchas de las ediciones de este domingo: El País dedica la foto principal al acto del PP, El Mundo abre con esta reunión de los conservadores y La Razón y El Periódico también hacen mención del discurso pronunciado por Feijóo.
El reto de los populares es consolidar la primera posición que, hoy por hoy, le otorgan todas las encuestas. Por eso, uno de los pilares estratégicos del líder del Partido Popular será "buscar miles de votos de izquierdas para echar a Sánchez", dice El Mundo. Es una línea que traza, en cierto modo, el presidente de Murcia, Fernando López Miras, en una entrevista en La Razón: "Cada voto que no va al PP es oxígeno para Pedro Sánchez". Y, en su objetivo de intentar ser una especie de catch-all party (sin renunciar mucho a sus principios ideológicos, eso sí), Feijóo ya ha lanzado un nuevo desafío al inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez: un cara a cara en el Senado para hablar, entre otros temas, de la situación económica del país. Veremos qué dice Sánchez al respecto.
En el otro lado, saben que el contexto no les resulta favorecedor en estos momentos. La Razón recoge que el PSOE y Podemos ya asumen una derrota... a 16 meses de las generales: "No hay Gobierno que resista una crisis así". El mensaje pesimista contrasta con el impulso que tratará de dar Pedro Sánchez a sus expectativas para repetir como presidente del ejecutivo español. Ya se sabe que, durante los próximos 4 meses, recorrerá España para vender su gabinete como "el Gobierno de la gente". Lo que nadie sabe es si esta vez caerá de pie, pero ya se demostró que, cuando parecía un cadáver político, resurgió, venció en las primarias del PSOE y, vía moción de censura, aterrizó en la Moncloa. La Vanguardia señala que, al menos, el secretario general del PSOE quiere plantar cara: "Lanza la campaña más larga para frenar Feijóo".
Ahora bien, lo que realmente marcará este nuevo curso (y que incidirá en todas las vertientes, también en la política) será la galopante inflación, con un coste de vida al alza y, por lo tanto, con la ciudadanía perdiendo poder adquisitivo. Los precios desorbitados se extienden a todos los sectores, pero La Vanguardia destaca este domingo el incremento de la factura de los suministros: "La crisis energética dispara la factura de gas de millones de hogares". Se acaba el verano, golpe duro de realidad.