Tres anotaciones sobre las portadas de hoy. La primera es constatar el miedo, el recelo, el respeto de casi todos los diarios por el relevo de Pablo Iglesias, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Destacan con énfasis que haya sido nombrada vicepresidenta tercera y no segunda como lo era Iglesias. Incluso parece que las portadas emiten un largo y pesado suspiro de alivio a través de sus títulos. Especialmente los que remarcan que la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha sido promovida a vicepresidenta segunda (antes era la tercera), como si esa preferencia hubiera frustrado in extremis un plan secreto de Yolanda Díaz para imponer la dictadura del proletariado, nacionalizar los medios de producción y obligar a todos los niños y niñas a afiliarse a la Organización de Pioneros o al Komsomol.
La foto de ambas en la portada de ABC es buenísima, aunque quizás ayuda más a Díaz que a Calviño. A ver, la verdad es que la vicepresidenta Díaz (sí, milita en el PCE) ha llegado a una buena docena de acuerdos con empresarios y sindicatos. Quizás te suena el aumento hasta 950€ del salario mínimo y la ley que transforma a los riders de autónomos en asalariados, aprobada hace pocos días. Fíjate en que no son sólo los diarios de esos que califican de "socialcomunista" al Gobierno español. El País dice que Pedro Sánchez "preserva a Calviño", como si la hubiera salvado de un destino fatal tipo caer en un pozo lleno de serpientes venenosas o un choque de meteoritos. La Vanguardia explica que lo ha hecho para "asegurarse el control del área económica". Ay, bueno. ¿Acaso peligraba "el control del área económica"? El Punt Avui dice que Sánchez "relega a Díaz". ¡Pero si la ha nombrado vicepresidenta! Pobres diarios, qué angustia y cuánto sufrimiento.
Segunda nota. Sólo los diarios de Barcelona abren portada con el alboroto de la vacuna de AstraZeneca, mientras que los de Madrid tiran todos por la politiquería asociada a las elecciones en la Comunidad de Madrid y la minicrisis del Gobierno a raíz de la dimisión de Pablo Iglesias para presentarse a esas elecciones. Podríamos apostar a que la vacuna ha sido más tema de conversación entre la ciudadanía que la prelación de las vicepresidentas.
No sólo los diarios de Madrid abren con la cosa política. También La Vanguardia. Y aquí viene el tercer y último apunte del día. Llama la atención, últimamente, la frecuencia con que el tema principal de este diario es igual o parecido a los de la capital de España. Eso no es ni mejor ni peor. Es destacable, por diferente. Hace unos días, el consejero delegado del Grupo Godó, Carlos Godó, explicaba a un digital especializado que el 70% de la audiencia de la versión digital de La Vanguardia proviene de fuera de Catalunya: "Nosotros somos nacionales porque tenemos un 30% de nuestro tráfico [lectores, en el argot de los digitales] en Catalunya y otro 70% en el resto de España y, por tanto, nos consideramos igual de nacionales como lo pueden ser El País, El Mundo o ABC". Será que en la versión de papel no quieren ser menos "nacionales".