Una payasada a la que los diarios han dado un aire tan solemne que parecía una moción de censura de verdad. Este miércoles, sin embargo, ya todos señalan lo que se veía venir: Vox ha organizado una farsa en el Congreso que ha beneficiado a la coalición PSOE-Podemos que sostiene al gobierno español y ha salido perjudicada la principal fuerza de la oposición, el Partido Popular, y Alberto Núñez Feijóo, su presidente. Eso es lo que dicen todos los diarios en portada salvo La Razón, que fabrica una realidad a medida para no perjudicar al PP y dice que "fracasa la pinza de PSOE y Vox contra Feijóo". Esta pinza es más falsa que un duro sevillano, casi tanto como como la fantabulosa "ala derecha de Vox" de la que hablaba El Mundo hace unos días.
Al tabloide ultra y al ABC se les nota enfadadísimos con la ocurrencia de Vox. Enrabiados con el fiasco de la moción de censura, que habían presentado como cosa seria y una estocada mortal a la credibilidad de la coalición de gobierno. Tantos meses de blanquear y normalizar un futuro donde PP y Vox suman como la cosa más natural del mundo y ahora resulta que la ultraderecha se desacredita como partido serio y pactable y, además, pone alfombra roja Al gobierno socialcomunista, separatista y terrorista para que se presente como una coalición seria, comprometida y sólida.
Justamente cuando peor cara tenían a causa de las confusiones y fracturas causadas por la enmienda de la ley del "solo sí es sí", de la ley trans y de la fallida reforma de la "ley mordaza". Justamente cuando Unidas Podemos se desangra internamente por las heridas entre la facción que sigue a Sumar, la nueva plataforma de la vicepresidenta Yolanda Díaz, y la facción que se alinea detrás de la ministra Ione Belarra, heredera aparente de Pablo Iglesias al frente de Podemos. Adiós a casi tres años de construcción de una realidad paralela donde el gobierno de Pedro Sánchez es "ilegítimo", "autoritario", sostenido por "las fuerzas de la anti-España", etcétera. Esto le pasará factura mediática a Vox.
Los diarios más gubernamentales, en cambio, no pierden la oportunidad de "reivindicar la coalición", como titula La Vanguardia; de remarcar la "cohesión del gobierno", según la interpretación de El País; o de señalar que Sánchez y Díaz salen reforzados y el PP descolocado, como hace Ara. El Punt Avui, que vuelve a abrir con el plante del gobierno español a la misión europea Pegasus sobre el espionaje del Estado, contrapuntea el resto de diarios, voz discordante en un oro que canta la misma canción a varias voces. El efecto que hace es que la política española, hoy, es una comedia en dos actos que transcurre entre la estafa de la moción de censura de Vox y el boicot a la delegación del Parlamento Europeo que quería averiguar si España es un estado-espía que atenta a los derechos más elementales de sus ciudadanos.