Dice El País que la ministra española de defensa, Margarita Robles, ha pedido 3.000 millones de euros extra para reforzar la defensa. Robles lo pide porque la guerra de Ucrania, la contribución a los presupuestos de la OTAN, el contingente español en Lituania (cuatro cazas y 400 militares), etcétera. En realidad, en los planes del Estado Mayor del ejército español el protagonista es Marruecos, de manera que la ministra o sus militares querrán hacer la misma operación que hace el Gobierno con el corredor mediterráneo: España pide y recibe los fondos de la Unión Europea para el proyecto ferroviario que une las ciudades del litoral pero los gasta en mejorar el servicio en Madrid y alrededores de Madrid porque todo es radial y mejorando Madrid mejoras España, bla, bla, bla. La excusa es Ucrania, la razón es Marruecos. El País añade que es difícil que la petición de la ministra salga adelante, porque Hacienda no sabe de dónde sacar el dinero y el consejo de ministros español volvería a dividirse entre PSOE y Podemos. Si la propuesta llega al Congreso no dudes de que se aprobará porque los dos grandes partidos dinásticos más el residuo de Ciudadanos se pondrán bien.
La ministra sabe muy bien cómo están las cosas pero a ella, sacarse este conejo del sombrero y pedir el oro y el moro le sale gratis. Los diarios del Trío de la Bencina le apoyarán y aprovecharán para cargar contra Pedro Sánchez y sus aliados terroristas, separatistas y comunistas, de manera que ella tiene en sus manos la válvula para aflojar o incrementar la presión sobre el mismo gobierno. El postureo de Robles con los 3.000 millones le va muy bien para recuperar la imagen de patriota y el favor de la derecha mediática —la impresa y el resto— tras haber perdido la cara con los escándalos de espionaje CatalanGate y Pegasus. El País se esfuerza por presentar la información en un contexto diferente: la ministra no sabe qué pide, el dinero no está y si está tiene destinos más perentorios. Saben lo que hacen. Gastar en armas y soldados es impopular en un país donde el ejército se ha hecho famoso porque tiene una unidad de soldados muy aguerridos dedicada a desinfectar aeropuertos, pueblos y calles y porque su cuerpo expedicionario, conocido como la Legión, desfila encabezado por una cabra vestidita de verde. En días venideros sabremos cuál es el alcance del postureo de la ministra y cómo se lo toman los diarios.