Como ya pasó en el Congreso, hoy Vox ha sido protagonista durante el debate municipal de Córdoba sobre el acoso a mujeres cuando entran en las cínicas abortivas. Paula Badanelli, la portavoz ultra, ha acabado su intervención rezando un Ave María "para acompañar todas las señoras que en estos momentos están rezando fuera de los 'abortorios' y para que Dios ayude a las mujeres que quieren acabar con la vida de sus hijos".

Todo ha tenido lugar durante el debate de una moción impulsada por Izquierda Unida y Podemos en la que se insta en el Ayuntamiento a garantizar la seguridad y la libertad individual de las mujeres que acuden libremente a clínicas privadas a abortar. Badanelli ha aprovechado su turno de palabra para dar apoyo a los grupos ultra católicos y antiabortistas, asegurando que van a las clínicas a "dar amor y apoyo" tanto a las mujeres que entran como a las que salen.

Turno para rezar

"La duda me ofende, tengo turno para ir a rezar", ha aclarado Badanelli, anunciando que se presentará delante de la clínica Gynetrisur de la ciudad andaluza, donde, desde este miércoles, varias mujeres se van volviendo para orar en el marco de una campaña organizadas por la entidad "40 días por la vida". Esta es una organización provida internacional que hace campañas contra el aborto de 40 días de forma coordinada delante de las clínicas u hospitales en 20 países.

Por todo ello, ha insistido en agradecer la presencia de estas asociaciones y su tarea, aclarando que en cualquier caso, la moción presentada por los partidos no aborda el derecho a abortar. "En este país, desgraciadamente, aborta quien quiere y cuando quiere", y por eso, ha justificado que también se pueda rezar donde a cada uno le parezca, tanto para asediar a las mujeres que van a abortar, como durante un pleno del Ayuntamiento.

"Bruja"

Durante el debate del Congreso sobre la penalización de estos tipos de comportamientos, Vox también tomó todo el protagonismo. En este caso, el vicepresidente primero del hemiciclo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que estaba ejerciendo las tareas de la presidencia en sustitución de Meritxell Batet, suspendió la sesión durante 10 minutos después de que hubiera expulsado a un diputado de Vox, José María Sánchez García, para decirle "bruja" a la diputada del PSOE, Laura Berja. Sánchez García retiró "que le haya dicho bruja", pero se ha negado a abandonar el hemiciclo.

A raíz de este conflicto, la diputada ultra Macarena Olona desafió con la mirada, la palabra e, incluso, sin respetar la distancia de seguridad y el respeto interpersonal, la periodista de La Sexta Cristina Pérez. ¿El motivo? Hacer periodismo. Mientras Olona caminaba por los pasillos del Congreso, Pérez le preguntó, con el micrófono en la mano, si le parecía bien que se llamara a una diputada "bruja" en medio de una sesión parlamentaria.