El nombre de David Poudevida, el nuevo director general de Fira 2000, ha conseguido saltar a los titulares esta semana por la forma en que se ha hecho su nombramiento, pero no es la primera vez que se encuentra en medio de una controversia política. Poudevida fue nombrado delegado de la Generalitat en Argentina cuando la conselleria de Exteriors estaba dirigido por ERC, de la mano de Alfred Bosch, y fue cesado cuando la conselleria se encontraba bajo la batuta de Junts, con Victoria Alsina al frente. Fuentes de la conselleria de Alsina reprochan que en dos años y cinco meses dirigiendo la delegación, Poudevida no fue capaz de abrir una sede propia para la nueva oficina del Govern en Argentina, ni pudo montar un equipo. De hecho, no contrató a ningún trabajador. Incluso, según estas fuentes, se plantearon dudas sobre hasta qué punto residía en Argentina para cumplir con un trabajo que, según consta en la web de Transparència del Govern, está remunerada con un sueldo de 90.000 euros.
Este miércoles Poudevida se ha encontrado de nuevo en medio de la polémica. Esta vez provocada por la decisión del Govern de Pere Aragonès de designarlo como nuevo director general de Fira 2000 sin consensuar previamente la propuesta con el resto de entidades e instituciones que integran el ente, tal y como se hace habitualmente. El PSC ha expresado públicamente el descontento por la decisión, mientras que Junts ha registrado una pregunta en el Parlament sobre el proceso de selección del nuevo director general, pidiendo saber si se ha hecho por concurso o de manera discrecional y si en la decisión ha participado el president de la Generalitat, Pere Aragonès.
Delegación de nueva creación
David Poudevida, considerado próximo a Oriol Junqueras, fue nombrado por Alfred Bosch delegado de la Generalitat en Argentina en octubre del 2019. Fue un aterrizaje agitado. Se trataba de una delegación de nueva creación, junto con las delegaciones de México y Túnez, y un mes después del nombramiento de los delegados las tres oficinas fueron paralizadas por el TSJC a raíz de un recurso del Gobierno. Finalmente, en enero del 2020 las nuevas delegaciones recibieron el visto bueno del ministerio de Exteriores al constatar que el objetivo no era promover relaciones bilaterales de Catalunya sino, la "representación institucional" de la Generalitat en relación con "materias que son de su competencia".
El mes de marzo de aquel año, el departamento de Exteriores se vio envuelto en un escándalo de acoso sexual que hizo rodar la cabeza del conseller Alfred Bosch. Le sustituyó el exdiputado de ERC Bernat Solé. Todo coincidía, además, con los primeros momentos de extensión de la pandemia de Covid-19 y los confinamientos dieron pie al teletrabajo y a las reuniones telemáticas.
En mayo del 2020, siete meses después del nombramiento del delegado, se empezó a publicar alguna entrada en la cuenta de Twitter de la delegación de Argentina, que ya existía antes del nombramiento de Poudevida. Esencialmente retuiteaba publicaciones de la conselleria de Exteriors u otras delegaciones, aparte de algunas actividades telemáticas, casi todas compartidas con la delegación de México.
No obstante, la delegación no se llegó a poner en marcha. En los presupuestos del Govern del 2022, ya figura el alquiler de las nuevas delegaciones que sí se abrieron en México y Túnez, pero no la de Argentina, que tampoco aparece en el proyecto de presupuestos de este año que se está tramitando en el Parlament. Esto ha obligado a esta delegación a compartir espacio con las oficinas de Acció, que depende del departamento de Empresa.
Ausencia de resultados
La ausencia de resultados no pasó desapercibida para los responsables del departamento. Las alertas ya se habían disparado, aseguran, antes de mayo del 2021 cuando Victòria Alsina asumió la conselleria. Según las fuentes consultadas, los técnicos del departamento incluso llegaron a poner en duda la ubicación real de reuniones telemáticas en que participaba el delegado, aunque siempre pedía situarlas en función del horario de Argentina. ElNacional.cat ha intentado recabar la versión de Poudevida para este reportaje, sin conseguir respuesta.
La inoperancia de Poudevida, la escasez de los preceptivos informes sobre las actividades de la delegación, la incapacidad para poner en marcha una sede propia para la delegación con el correspondiente personal después de más de dos años del nombramiento, y la sospecha sobre largas ausencias del delegado en el área geográfica que le correspondía cubrir se acabó convirtiendo en un tema recurrente en las reuniones de los consejos directivos de la conselleria, según diferentes asistentes a las reuniones.
Ante los toques de atención y la exigencia de explicaciones por parte de los responsables de la conselleria, los últimos meses del 2021, más de dos años después del nombramiento de Poudevida como delegado, la cuenta de Twitter de la delegación empezó a publicar algunas imágenes de actos y reuniones en Argentina o Uruguay en que aparece el delegado. Demasiado tarde. La situación ya había superado las paredes del departamento y había quedado ventilada entre los socios del Govern. Finalmente, fue cesado del cargo el 1 de marzo del 2022. El 30 de agosto fue nombrado como nuevo delegado Josep Vives, al cual una de las primeras funciones que se le encomendaron fue buscar una oficina propia para la delegación del Cono Sur.