El Partido Popular sale a la carga contra el 41º Congreso Federal del PSOE. Génova intenta quitar protagonismo a la cita socialista en Sevilla, donde se discutirá el modelo de financiación autonómica y se volverá a entronizar a Pedro Sánchez (bajo la sombra de Aldama y de los wasaps de Juan Lobato), con una cumbre municipal en Valladolid. Los populares reúnen en Castilla y León su músculo municipal para contraponer su proyecto con la “ceremonia de la corrupción”, la “corrupción sistémica” y el “congreso de los imputados” del PSOE. Son tres expresiones que ha verbalizado la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, durante su intervención en la apertura de la XXVII Intermunicipal del PP. Los populares tienen claro el foco: “Mientras el PP estamos aquí reunidos para blindar la igualdad de los españoles, el PSOE está reunido para blindar la corrupción de Pedro Sánchez. Esto demuestra que hay dos proyectos políticos absolutamente antagónicos”.
“El PSOE va a celebrar una ceremonia de la corrupción, el «Congreso de los imputados» se podría denominar perfectamente”, ha lanzado Cuca Gamarra. “En un congreso federal que se inaugura en el Supremo, es muy difícil que se pueda respirar un aire de fiesta. Si además tienes que ir por los pasillos vigilante por si merodea por allí algún Aldama, ni te cuento las ganas que tienes que tener de irte de allí”, ha ironizado, después de que ayer se supiera que Víctor de Aldama (el comisionista del caso Koldo, que la semana pasada puso el foco en varios dirigentes del PSOE en su declaración en la Audiencia Nacional) estuvo en Ferraz la noche electoral de 2019. “Han empezado con un número importante de imputados y no saben todavía si esa será la cifra en la clausura o todavía puede ir a más, entendemos que tengan prisas porque todo termine”, ha remachado.
La dirigente popular ha aprovechado para cargar contra el PSOE con una nueva arma: Juan Lobato, después de que exlíder del PSOE de Madrid revelara ante notario que la mano derecha del jefe de gabinete de Pedro Sánchez le envió la confesión del novio de Isabel Díaz Ayuso antes de que se publicara en la prensa. “Está claro que se pone todos los días en evidencia que estamos ante una corrupción sistémica, de la que ya sospechan hasta los de dentro de su partido, que se pasan el día en los notarios levantando actas a ver si se pueden librar de la corrupción de su partido”, ha afirmado. Asimismo, horas después de que el PSOE afirmara que quiere «acabar con la derecha», una voluntad que Cuca Gamarra ha tildado de “golpista” (evocando las palabras de ayer de María Jesús Montero contra Alberto Núñez Feijóo), la secretaria general del PP ha hecho burla y ha afirmado que “con lo único con lo que han terminado” los socialistas ha sido “con un tal Lobato”. “Parece ser que cuando clausuren el congreso habrán también finiquitado al PSOE de Suresnes”, en alusión al Congreso de Suresnes, en 1974, la decimotercera asamblea del PSOE en el exilio, a las puertas de la Transición.
“Minuto e imputado”
Y es que en las últimas horas el PP ha querido hacer sangre con el 41º Congreso del PSOE. Ayer mismos, fuentes de los populares consideraban que la militancia socialista estará “pendiente de los transistores en el carrusel de la corrupción” que marca la cita en Sevilla al estilo “minuto e imputado”. “Una militancia pendiente de nuevos disgustos y revelaciones que puedan manchar un poco más si cabe la reputación” de un partido que “no ha vivido momentos más oscuros que los presentes”. Desde Génova, las mismas voces dan por hecho que Pedro Sánchez “utilizó su poder en el Gobierno o en el partido para enriquecer a sus familiares”.
Los populares quieren poner el dedo en la llaga el día siguiente de tres patas de la tormenta judicial que rodea a Pedro Sánchez. Por la mañana, el exlíder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, aportó su móvil y el acta notarial de las conversaciones con la Moncloa al juez que está investigando la supuesta revelación de secretos del fiscal general del Estado. El documento, al que tuvo acceso ElNacional.cat, reflejaba una conversación del 14 de marzo entre Lobato y Pilar Sánchez Acera, la mano derecha del jefe de gabinete de Pedro Sánchez, en la que ella le ofrecía el correo en el que la pareja de Isabel Díaz Ayuso reconocía haber cometido dos delitos fiscales. Se lo envió antes de que la captura de pantalla saliera publicada en la prensa. “La imagen de la carta es potente. Vigila con los datos personales. Se puede sacar”, le dijo la asesora de la Moncloa. En su respuesta, Juan Lobato le expresó sus dudas: “¿Pero se ha publicado en algún sitio esta carta? No tiene fecha. ¿La carta como la tenemos?”.
Por otro lado, ayer fue un día de cita doble en la comisión de investigación del Senado sobre el caso Koldo. Primero, la asesora de la Moncloa que hizo gestiones a favor de la cátedra que codirigía Begoña Gómez se negó a responder a ninguna pregunta. “Dado que las cuestiones por las que se interesan de mi declaración están judicializadas, no contestaré las preguntas que se me formulen acogiéndome al derecho a no declarar”, esgrimió. Dentro de menos de un mes, el 20 de diciembre, está citada como testigo para declarar frente al juez Juan Carlos Peinado. Más tarde, Javier Hidalgo (exCEO de Globalia, propietaria de Air Europa) negó ninguna reunión con Pedro Sánchez y evitó hablar de Begoña Gómez. Solo reconoció un encuentro con el presidente, un “evento con 25 empresarios”, y negó ningún trato de favor en la ayuda del Gobierno a Air Europa.