Sables en alto en Génova 13 por la conferencia del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, el vicepresident Oriol Junqueras y el conseller de Exteriors, Oriol Romeva, en el Parlamento Europeo este martes 24 de enero para presentar el referéndum entre los eurodiputados. Después de que su portavoz, Esteban González Pons, enviara una carta a los colegas del Partido Popular Europeo llamando a boicotear el encuentro, la formación ha salido en defensa de él considerando que las acciones exteriores de la Generalitat empezaban a causar el "ridículo público y notorio" de Catalunya en el seno de la Unión Europea.
"Ya veremos qué peso tiene su conferencia. Nos parece adecuado que el portavoz informe a los eurodiputados de la visión que tiene Puigdemont de la UE, porque su hoja de ruta llevaría sin ningún tipo de duda a la salida de Catalunya de la UE. Quiere otro Brexit", ha denunciado el portavoz de comunicación del PP, Pablo Casado, después del comité de dirección de los lunes, donde está presente el presidente del gobierno y del PP, Mariano Rajoy. Era la forma de justificar el boicot, porque el representante europeo del PP haya intentado "contrarrestar la propaganda de la Generalitat", en su opinión.
Precisamente, este mismo lunes González Pons también ha estado en la reunión en Génova, figura que Casado ha enaltecido afirmando que "estaría ganando peso" en las instituciones europeas, en proximidad con el nuevo presidente del Parlamento desde enero de este año, Antonio Tajani.
Diferente creen respecto de los representantes catalanes. "Está recibiendo un portazo", ha dicho Casado, obviando que es su partido quien instiga la ausencia de eurodiputados. Aquí suman otros argumentos, como la sentencia de un tribunal sobre el papel de Valonia (región de Bélgica) dentro de la comunidad europea, o unas presuntas declaraciones del ministro de Exteriores francés, donde habría pedido que la Generalitat "deje de invertir" dinero en acción exterior porque es una región dentro de un Estado, y no un Estado propio.
Pero los populares no están satisfechos sólo con boicotear el acto y augurarle un fracaso absoluto. También ilustran –ya sin esconderse– los esfuerzos de equiparar el proceso independentista a movimientos populistas surgidos en países como Reino Unido y Francia. "Tiene un proyecto aislacionista, rupturista, como Nigel Farage (UKIP), y Marine Le Pen (Frente Nacional). Es una huida hacia adelante. ¿Con quién pretende relacionarse fuera del contexto de la UE?", ha preguntado el vicesecretario de comunicación a Puigdemont.
La incertidumbre por la presivisible convocatoria de la consulta no solamente está en el seno del PP. El propio ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, aseguró en un desayuno informativo la semana anterior que la UE ampararía detener el referéndum. Entonces, la opinión de la Moncloa no parecía ser el boicotear el encuentro: "Cada uno es legítimo de defender sus aspiraciones. Entre 751 miembros del Parlamento Europeo es posible que la conferencia tenga eco y que haya gente que comparta determinadas sensibilidades", dijo Dastis, mientras las horas pasan y el temor por si Puigdemont, Junqueras y Romeva salen adelante en Madrid es creciente.