Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y esta elemental estrategia de comunicación política es la que está llevando a cabo este fin de semana el Partido Popular a todas luces. En Sevilla, el PSOE celebra su 41º Congreso Federal en medio de las críticas internas, verbalizadas una vez más por Emiliano García-Page, y de la tormenta judicial que asedia a Pedro Sánchez. En paralelo, a 500 kilómetros, en Valladolid, el PP congrega a su poder territorial en una cumbre municipal plácida para presumir de cohesión interna e intentar contraponer su modelo de gestión con el de los socialistas. “Esto está aburridísimo, lo divertido está en Sevilla”, reconoce incluso un dirigente del PP. La comparación que han querido sacar a relucir los populares ha sido clara: “Feijóo brindando mientras ellos aplauden a Chaves y Griñan”, señalan fuentes próximas al líder del PP. Y es que Alberto Núñez Feijóo brindaba con cerveza con alcaldes y concejales jóvenes pocos minutos después de que el congreso del PSOE se levantara para aplaudir (en una restitución pública en toda regla) a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñan ahora que el Tribunal Constitucional ha rebajado las condenas del Supremo por el caso de los ERE. Una ovación a la “corrupción pasada” para “tapar la corrupción presente”, esgrime un miembro de la dirección del partido. “Es una comparación tan brutal que no la queremos perder”, reivindica una voz de la sala de máquinas de Génova. “Mientras el PP estemos aquí reunidos para blindar la igualdad de los españoles, el PSOE está reunido para blindar la corrupción de Pedro Sánchez” en el «Congreso de los imputados», expresó Cuca Gamarra ayer por la mañana en la inauguración de las jornadas.

📝 El PP acusa al PSOE de usar su congreso para “blindar” la “corrupción sistémica” de Sánchez

 

El resultado es que el PP está aprovechando el contexto actual para navegar entre dos aguas: por un lado, agita el asedio judicial contra Pedro Sánchez y, por el otro, exhibe su gestión municipal y su buena sintonía. De hecho, en los últimos días, el PP se ha frotado las manos ante la retahíla de noticias que salpicaban al PSOE y a Pedro Sánchez. “No es normal todo lo que está pasando”, señalan fuentes de Génova consultadas por ElNacional.cat. Esta última semana se han (casi) limitado a observar de forma impasible las novedades en todos los frentes que rodean a Sánchez: en especial, las citaciones judiciales al hermano de Sánchez (como investigado) y a la asesora de la Moncloa que ayudaba a Begoña Gómez (como testigo) y las conversaciones de Juan Lobato aportadas al Tribunal Supremo que salpican al Gobierno en la filtración de la información de la pareja de Isabel Díaz Ayuso.

Todo esto lo verbalizaron abiertamente la secretaria general del PP y el alcalde Madrid. “Han comenzado con un número importante de imputados y no saben todavía si esta será la cifra en la clausura o todavía puede ir a más”, consideró Cuca Gamarra, que esgrimió que el PSOE celebra una “ceremonia de la corrupción”. Por su lado, José Luis Martínez-Almeida ha presentado el congreso del PSOE como la “cumbre interplanetaria de la corrupción” y ha ironizado al afirmar que no sabe si el próximo congreso socialista “será en Sevilla o en Alcalá Meco”, donde hay una prisión. “Tengo claro que empezarán pidiendo un aplauso para Begoña, Koldo, Ábalos y Aldama, en la mejor tradición del PSOE, porque no se diferencian en nada con Chaves y Grilñán salvo en la cantidad de lo robado”, ha argumentado.

 

“Aquí no hay Pages”

El PP también presume de cohesión interna. “El único partido sin líos internos es el nuestro”, ponen en relieve desde el equipo de Alberto Núñez Feijóo. Y lo contraponen con las tres candidaturas que se han disputado la presidencia de Esquerra Republicana o las disputas por el liderazgo territorial del PSOE, por ejemplo, en Aragón o en Madrid. “El victimismo es el último recurso de cualquier proyecto político”, afirmó ayer Emiliano García-Page después de que el congreso del PSOE empezara denunciando una “cacería humana” contra Pedro Sánchez. El presidente de Castilla-La Mancha ha sostenido que el victimismo solo es justificable “cuando hay una importante dosis de autocrítica”. Y los populares aprovechan para hacer sangre de ello: “Aquí no hay Pages”, subraya una voz con ascendencia en el partido.

Un homenaje a las víctimas al mismo momento que las calles de València piden la dimisión de Mazón

La cumbre municipalista del PP también ha dedicado un espacio de recuerdo a las víctimas mortales de la DANA. Desde Valladolid, los populares han conectado por videollamada con cuatro alcaldes del País Valencià para que compartieran sus experiencias y han emitido un breve video elogiando la implicación de los voluntarios. Muy buenas palabras para las personas que se han implicado en las consecuencias de la catástrofe, pero ninguna mención ni referencia al president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Mientras tanto, al otro lado de la península Ibérica, decenas de miles de valencianos han vuelto a salir a las calles al grito de «Mazón dimisión».

“La realidad es que, un mes después, nuestros pueblos y ciudades siguen destruidos. Este gobierno está incapacitado moral y éticamente para hacer esta reconstrucción que venden”, ha sostenido Anna Oliver, una de las coportavoces de las entidades sociales desde València. El PP quita hierro a la protesta. La enmarcan en la “impotencia” de la población y cuestionan que sea una manifestación en contra de Carlos Mazón, a pesar de los gritos que se han proclamado en la marcha. Asimismo, comparan la situación que se ha generado después del temporal con el Prestige en Galicia, dos casos en los que, a parecer de uno de los dirigentes del PP, se “usa políticamente una desgracia”.

Génova no se posiciona sobre el liderazgo de ERC: “Sánchez es un chollo, esté quién esté”

Partida gratis”. Así definen desde la sala de máquinas del PP lo que supone la presidencia de Pedro Sánchez para sus habituales socios parlamentarios. “Es un chollo, esté quien esté”, responden las mismas voces al ser preguntadas por ElNacional.cat por el congreso de ERC, pocas horas antes de que las bases republicanas hayan abocado al partido a una segunda vuelta entre Oriol Junqueras (que ha conseguido el 48,3% de los votos) y Xavier Godàs (con el 35,3%). Desde el PP, están convencidos de que sea quien sea el nuevo presidente de ERC “no dejará escapar la oportunidad” que le pone la Moncloa encima de la mesa. “Gane quien gane, no va a soltar el muñeco”, insistían poco antes de conocerse los resultados de la primera votación. Y remachaban su argumentación: “Pagaremos más o menos, pero pagaremos”.

El PP, convencido de que la filtración sobre el novio de Ayuso no se quedará en la asesora de la Moncloa: “Ahora andará”

En Génova, también auguran que la investigación por presunta revelación de secretos contra el fiscal general del Estado salpicará a las altas instancias de la Moncloa. “Yo creo que allí no se queda”, pronostica una voz de peso de la dirección del partido. Alude a la conversación del 14 de marzo entre Pilar Sánchez Acera, que era mano derecha de Óscar López (que en aquel momento era jefe de gabinete de Pedro Sánchez), con Juan Lobato (el entonces líder del PSOE de Madrid). La asesora de la Moncloa le facilitó el correo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso en el que confesaba que había cometido dos delitos de fraude fiscal antes de que apareciera en la prensa, cosa que quedó plasmada en los mensajes que Lobato reflejó en el acta notarial que entregó al Tribunal Supremo el viernes.

A raíz de esto, el Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid ha pedido la imputación de Pilar Sánchez Acera. Y en Génova creen que no se quedará aquí: “Ha entrado en la Moncloa, ahora andará”, comenta una fuente de la dirección, que prevé que la lupa judicial acabará apuntando a Óscar López. Asimismo, recuerda que el mero hecho de difundir una información privada, como el correo del abogado de Alberto González Amador, ya puede ser considerado por sí mismo un delito.