Duras palabras de los populares contra la comisión de estudio del Procés Constituent, mecanismo parlamentario de debate puesto en marcha a principios de marzo con el objetivo de analizar cómo y bajo qué parámetros se tendría que hacer la Constitución catalana. La conclusión que el PP extrae de la iniciativa, que tuvo el visto bueno de Junts pel Sí, CUP y Sí Que es Pot, es que ha sido "una anomalía democrática".
Los de Xavier García Albiol decidieron entonces ser partícipes, aunque sólo fuera para "vigilar". Que no creyeran o asistieran en contadas ocasiones generó un clima "de ocultación", según denuncian, en la que no recibieron la propuesta de pla de treball "hasta segundos antes de su votación".
Las personas a quienes se dio la palabra, expertos en estos tipos de procesos, fueron según Albiol, "un desfiladero de amigotes del régimen", un auténtico "despropósito". "No es propio de una comisión de un Parlament democrático que sólo se escuchen a comparecientes que tan sólo expresan una única visión", lamentan en un texto que han presentado ante la Mesa.
"Contradicción"
Con todo, la idea que perseguía la propuesta, durante estos cuatro meses de duración, ha sido "contradictoria", porque ha analizado "como alcanzar un objetivo que está al margen del Estado de Derecho y sin que este objetivo tenga una mayoría social que lo avale". "Es un proceso inviable tanto desde el punto de vista jurídico, histórico, social como económico", defienden.
En conclusión, los populares entienden que la unilateralidad "genera un enfrentamiento entre catalanes y pone en riesgo el marco de convivencia pacífica y democrática". Y por este motivo remarcan que ha sido "indigno de un Parlament que se rige por los principios democráticos" que este debate se haya producido.