El Partido Popular mira hacia otro lado. Génova intenta desviar la atención del futuro de Carlos Mazón y, a pesar de las últimas novedades judiciales y el descrédito creciente del president valenciano, intenta evitar salpicarse. Y vuelve a marcar distancias con él. “Este no es el tema de hoy, a mí no me gusta cambiar de opinión. Dejemos que las cosas transcurran y continuemos atentos a los hechos. Cada cosa a su momento y, de momento, no hay ninguna novedad que me haga cambiar de posición”, respondía el jueves Alberto Núñez Feijóo al ser preguntado por esta cuestión. Pero 24 horas después hacía un golpe de timón y, por primera vez, vinculaba la continuidad de Mazón a la investigación judicial y no a la reconstrucción, como repetía desde hacía meses. “Esperaremos al contenido y el alcance del auto y de la investigación. Mientras sea presidente del PP, quiero saber qué pasó y cuáles fueron los responsables y que se investigue hasta el final”, aseguró Feijóo el viernes desde una bodega de Valladolid. E insistía: “Veremos dónde están las responsabilidades, dejaremos que las investigaciones avancen” para que posteriormente los políticos puedan “asumir las responsabilidades que correspondan”. Evitaba apoyar a Mazón y dejaba entrever que su futuro político dependía de los juzgados.
Todo ello llegaba tres días después de que la jueza de Catarroja que está investigando penalmente la gestión de la DANA constatara una “inactividad patente de la administración autonómica” el día del temporal. Eso llevó a imputar a la exconsellera Salomé Pradas, pero el auto iba más allá y era muy contundente sobre la responsabilidad de la Generalitat Valenciana: “Correspondía a las autoridades autonómicas alertar a la población, acordar las medidas pertinentes en el ámbito de protección civil y garantizar y minimizar las consecuencias”. “La atribución de las funciones a la administración autonómica y, por lo tanto, a los cargos y autoridades que ejercían sus funciones, les convierte en garantes que no se produjeran las muertes”, subrayó. Asimismo, insistió en que el aviso masivo a la población, que se envió a las 20.11 horas del 29 de octubre, fue “tardío y erróneo” ante un fenómeno meteorológico que “no fue imprevisto”, sino que estaba anunciado por la AEMET.
En opinión de la magistrada, la convocatoria del CECOPI se hizo con una “gran demora”, a la que se tiene que sumar que la toma de decisiones por la administración autonómica “se produjo con un retraso todavía mayor”. Además, la jueza rechazó de pleno las múltiples y repetidas acusaciones del PP que faltaba información: “El problema debió residir no en la ausencia de información, había de sobra y por innumerables medios en tiempo real al alcance de los responsables, sino en el hecho de que se ignorara la información o no se comprendiera el alcance”, esgrimió. “Total respeto desde el punto de vista de evitar cualquier valoración, que puedo tener y que, por respeto, me voy a reservar”, respondió Carlos Mazón. El president valenciano abanderó la “máxima colaboración” con la justicia y garantizó “todas las facilidades para poder avanzar en la fase de instrucción”, pero descartó comparecer voluntariamente como testigo como le había ofrecido la jueza. Colaboración intermitente.
Quien sostiene que el auto no cambia nada es Miguel Tellado. “Respetamos las decisiones y los procesos judiciales, creemos que es bueno que se sepa todo, y esta es nuestra postura”, verbalizó el portavoz del PP en el Congreso. Repreguntado dos veces por esta cuestión, y en dos inusuales breves respuestas, retiró que el auto “deja a Carlos Mazón en la misma situación en la que estaba porque no lo afecta” y manifestó que declarar voluntariamente ante la jueza es una “decisión que solo compete a él”. En la misma línea, Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación del PP, aseguró el viernes en Antena 3 que la postura del partido “no ha cambiado” porque el auto “no cambia absolutamente nada”. “Estamos en un auto que todavía es muy inicial, falta muchísima gente para declarar”, añadió.
Francisco Camps se rearma y abre la puerta a volver a liderar el PP valenciano
El actor que ha eclosionado con fuerza las últimas semanas es Francisco Camps. Fue president de la Generalitat Valenciana entre 2003 y 2011, hasta que dimitió a raíz de las investigaciones judiciales por presuntos casos de corrupción. Alegó que hacía un paso atrás como “sacrificio” para que el PP consiguiera gobernar España. Y hace catorce meses puso punto final a quince años de procesos judiciales después de ser absuelto por la Audiencia Nacional de la trama Gürtel. Poco después de conocerse su absolución, él mismo dio un paso adelante: “Personalmente, tengo ganas de volver a la arena política. Al primer nivel y a la primera línea”, anunció. Además, aquel mismo día habló por teléfono con Alberto Núñez Feijóo para trasladarle este deseo.
Ahora hace diez días, militantes del PP valenciano afines a Camps difundieron un manifiesto en el que reclamaban que el Congreso ordinario del partido que se tiene que celebrar el próximo mes de julio, dado que el último (el que entronizó a Mazón) fue en julio de 2021, no se posponga y tenga lugar “tal como marcan los Estatutos”. Su voluntad es “reconstruir”, “reunificar” y “reactivar” a los populares valencianos con los “valores de unidad, liderazgo, coordinación territorial y lealtad en España” y movilizándolos con “personalidad propia” para poder “alcanzar con éxito las mayorías electorales que necesita el PPCV para no estar condicionado políticamente en las Corts Valencianes”. Los firmantes quieren un partido con “toda la militancia activa y comprometida” y en el que los militantes sean los que “elijan directamente su presidencia, dirección y equipos”. “Un Congreso que defina y decida la nueva línea política para reunificar a todos los votantes que hasta el año 2011 confiaban en nosotros y así volver al PPCV de las mayorías absolutas”, concluían.
Y el espíritu del manifiesto concuerda con lo que ha ido expresando Francisco Camps las últimas semanas. “A mí lo que me gusta es que el PP gane y gobierne con mayoría absoluta”, reivindicó en El Matí de Catalunya Ràdio. ¿Le haría ilusión dar el paso de presentarse para encabezar el PP valenciano? “Si la responsabilidad corresponde, por supuesto”, respondió evitando cerrar la puerta a ello. “Tengo un proyecto para la Comunitat Valenciana”, aseguró sin aclarar o explicitar cómo se traduciría esto: “De momento, lo que estamos haciendo es intentando recordar la importancia de la militancia [...] y dinamizar el partido con una red de militantes activos que ya supera prácticamente las 1.000 personas”, relató. Camps está recorriendo de arriba abajo todo el País Valencià y defiende la “necesidad perentoria” de que la militancia del PP “vuelva a estar en la fuerza y en la potencia que ha tenido siempre”. ¿Y qué piensa de todo eso Génova? Quien se ha pronunciado recientemente es la secretaria general, Cuca Gamarra, que el lunes se limitó a replicar que la “primera prioridad” de la Dirección del PP es la “reconstrucción de València”.
“Mucha ilusión por seguir desarrollando todo aquello que se congeló en mi vida”
Hace un mes y medio, en una entrevista en The Objective, Francisco Camps aseguró que no está pensando en “cargos determinados”, pero reconoció su “vocación de estar en algún lugar de desarrollo político de primera línea” para “servir” al PP y “hacer lo posible para que se reactive” en el País Valencià. Preguntado por si se vería como sucesor de Carlos Mazón, apeló a una futura conversación con Alberto Núñez Feijóo: “Es una cuestión que tenemos que hablar con tranquilidad. Prefiero no pensar exactamente en qué lugar estaré, sino esperar a hablar con el presidente del partido e ir tomando las decisiones correspondientes”.
En la misma línea se expresó en una entrevista en Antena 3, quizás incluso con más claridad: “Me gusta la actividad política, tengo mucha ilusión por seguir desarrollando todo aquello que se congeló en mi vida en julio de 2011, me apetece continuar contribuyendo a mi partido con fuerza, con ilusión y con optimismo”, sostuvo. En los últimos meses, ha contactado con compañeros de partido en todo el País Valencià y cada semana tiene reuniones con exalcaldes o exconcejales, “personas que tienen muchas ganas de continuar en el proyecto político” del PP: “Esto me va dando mucho ánimo, el partido sigue teniendo en mí una referencia de esperanza”.
En todos los casos, cuando ha sido preguntado por la gestión de la DANA, ha disparado contra pedro Sánchez. En Antena 3, aseguró que el Gobierno fue el “único y absoluto” responsable de “haber tomado las medidas necesarias e inmediatas”. “Quien ha fallado, sin lugar a dudas, ha sido el Gobierno de España, porque era una emergencia nacional” y habría tenido que actuar de “modo automático” y “sin preguntar y sin negociar”, añadió en Catalunya Ràdio.
El Congreso del PP Europeo se celebrará en València a pesar del riesgo de protestas en la calle
Una de las futuras pruebas de fuego será a finales de abril, cuando la ciudad de València acoja el Congreso del Partido Popular Europeo. Estaba programado desde hace meses, pero hace diez días Alberto Núñez Feijóo abrió la puerta a cambiar la ubicación aduciendo que los diputados del PP tendrían que ir a votar a la Cámara Baja y eso complicaba su presencia en el cónclave. Fue él quien situó la sombra de duda sobre la cita. Y una semana más tarde, el PP confirmó que el Congreso del PPE se mantenía en el País Valencià. Ahora bien, 72 horas antes de que trascendiera la decisión, el digital Politico alertó del “riesgo” de que la cumbre quede “eclipsada” por las protestas por la mala gestión de la DANA. No sería solo una “vergüenza local”, sino que sería un revés para el inicio de los “grandes planes para Europa” de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el canciller electo de Alemania, Friedrich Merz, y el presidente del PPE, Manfred Weber.
De hecho, justo el viernes las entidades sociales y sindicatos convocaron la sexta manifestación para reclamar la dimisión de Mazón. Será el sábado 29 de marzo, cuando se cumplirán cinco meses del temporal. La primera fue el 9 de noviembre y congregó a 130.000 personas con proclamas como “Mientras tú comías, la gente se moría”. Un mes más tarde, casi 100.000 personas reiteraron gritos como “El president, a Picassent”. Y la calle ha seguido subiendo la voz contra el presidente valenciano: 80.000 personas el 29 de diciembre, 25.000 personas el 1 de febrero y 30.000 personas el 1 de marzo.