El PP continúa con los golpes al catalán y cambia el nombre de Castelló de la Plana, después de haber iniciado el cambio de nombre de València. La nueva alcaldesa, Begoña Carrasco, ha firmado este jueves en la primera junta de gobierno el decreto mediante el cual se pone en marcha el procedimiento administrativo para la recuperación del topónimo bilingüe. Es decir, que pronto será oficialmente Castelló (en catalán) y Castellón (en castellano). "Nos comprometimos con la ciudadanía y hoy expresamos la voluntad de cumplir con la recuperación del topónimo bilingüe, para que Castelló vuelva a ser Castelló de la Plana y Castellón de la Plana", ha explicado. Es así como ha insistido en la importancia de "respetar las dos lenguas cooficiales para que los castellonenses puedan escoger en libertad cómo llamar a su ciudad".
De esta manera, este jueves se ha iniciado el expediente y toda la tramitación administrativa para que la ciudad recupere el topónimo bilingüe que se le concedió el 19 de julio de 1982. Así fue durante 36 años, hasta que los anteriores gobiernos decidieron eliminar la denominación en castellano y dejar solo la denominación en lengua propia. "La verdadera normalización es el bilingüismo que permite expresarse a cada uno en libertad, sin imponer una lengua oficial sobre otra lengua oficial. Son las dos igual de importantes", ha dicho Carrasco. La alcaldesa ha añadido que la doble denominación "acabará con los conflictos derivados de llamarse igual que un municipio de la provincia de València, Vilanova de Castelló, que también pasó a denominarse solo Castelló, por lo que durante estos últimos años la confusión hacía que nos llegaran escritos de los vecinos de este municipio y las instancias que tendrían que haber llegado al Ayuntamiento de Castelló llegaran al de la provincia de València".
El camino de València
Así, Carrasco ha seguido el camino puesto en marcha por María José Català en València —donde se ha iniciado "el trámite para recuperar las tradiciones en la celebración del 9 de octubre y la denominación bilingüe de la ciudad". De València (en catalán), a Valencia (en castellano, sin el acento). Ya lo advertíamos la semana pasada: el valenciano está en la cuerda floja en el País Valencià, por mor de la victoria del PP y Vox.
Fue durante el pleno de investidura de este fin de semana cuando Catalá avanzó sus planes catalanófobos para la ciudad. "Nuestras lenguas oficiales son el valenciano y el castellano, nuestra tierra es la Comunidad Valenciana (en lugar del País Valencià), y nuestra bandera es la senyera", sentenció. Entonces, lo dejó claro: "Recuperaremos la denominación bilingüe de la ciudad y protegeremos nuestras señas de identidad y nuestras tradiciones". Como mínimo, la nueva alcaldesa ha respetado la senyera.