Venezuela continúa sobrevolando la política española. Y el Partido Popular quiere sacar provecho de ello. El último episodio ha sido la detención de dos españoles en Venezuela acusados de formar parte de una red para “desestabilizar” el país. El régimen de Nicolás Maduro acusó a José María Basua y Andrés Martínez de ser agentes del CNI (el Centro Nacional de Inteligencia) y de tener la intención de captar “mercenarios” para generar “violencia”. Rápidamente, el Ministerio de Asuntos Exteriores desmintió estas acusaciones y rechazó “rotundamente” cualquier insinuación de que España esté implicada en una operación de desestabilización política Venezuela. Sin embargo, esto no ha ahorrado los reproches activos del PP, que ha censurado que la Moncloa no les haya dado ninguna información sobre los hechos. Además, uno de los principales focos de oposición en el que quiere profundizar el PP son las divergencias en las filas socialistas sobre si Venezuela es una dictadura. Margarita Robles y Josep Borrell consideran que sí, pero José Manuel Albares evita pronunciarse en estos términos. Justo mañana, Feijóo se reunirá con Edmundo González Urrutia en el Congreso de los Diputados.

“Hace 48 horas que hemos tenido conocimiento de esto, pero el principal partido de nuestro país no tiene ninguna información por parte del Gobierno, y cuando digo «ninguna» es «ninguna»”, ha afirmado Alberto Núñez Feijóo en un acto en una escuela infantil en Alicante. El líder del PP ha asegurado que los populares no saben “desde cuando están detenidos, de que se las acusa, cuáles son sus condiciones personales y donde están retenidos” i ha censurado la “falta de información del Gobierno”, tanto sobre la detención de dos personas españolas como sobre las “negociaciones con el régimen de Maduro para dar asilo al que ha ganado las elecciones y para ver qué es lo que están haciendo” con los dos detenidos.

La idea de que la Moncloa negoció con Venezuela la llegada de Edmundo González a España como asilado político la puso encima de la mesa el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, que afirmó que los gobiernos español y venezolano pactaron la salida del dirigente opositor para que “abandonara el territorio nacional y se acogiera al asilo de España”. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, negóningún tipo negociación política” y aseguró que España no había dado “ninguna contrapartida”. Albares no quiso dar detalles de cuándo se produjo la solicitud “por motivos de seguridad”, pero reconoció que hacía “muchos días” que preparaban “este momento”.

 

Además, mañana martes Alberto Núñez Feijóo se reunirá con Edmundo González en el Congreso de los Diputados, una ubicación elegida a propósito: es la sede de “representación de la soberanía” y es “la misma Cámara que le ha reconocido como presidente electo de Venezuela”. Desde el equipo del líder del PP, no aclaran la hora del encuentro alegando que es una reunión sin convocatoria, de la que se distribuirán imágenes una vez haya terminado. Esta cita llegará después de que Mariano Rajoy y José María Aznar se hayan avanzado al actual presidente del PP y ya se hayan reunido con el líder opositor venezolano.

“Agradezco a dirigentes del PSOE que empiecen a hablar con claridad”

El PP también quiere aprovechar para sacar punta de las contradicciones al seno del PSOE y del Gobierno sobre si Venezuela es o no es una dictadura. “Agradezco a militantes y a dirigentes del PSOE que empiecen a hablar con claridad y que refieran el régimen de Maduro a una dictadura porque, lamentablemente, lo es”, ha sostenido esta mañana Alberto Núñez Feijóo, que ha lamentado que, a su parecer, se esté “soterrando la voluntad inequívoca del pueblo venezolano en función de los intereses económicos e ideológicos del gobierno de Maduro”.

Y... ¿quién ha hablado “con claridad”? El PP enarbola dos voces socialistas: Margarita Robles y Josep Borrell. La ministra de Defensa quiso mandar la semana un “recuerdo a los hombres y mujeres de Venezuela” que “han tenido que salir de su país, precisamente por la dictadura que viven”. Son unas palabras, aplaudidas por el propio PP, que provocaron que Venezuela citara al embajador de España en Caracas. Dos días después, el Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea definió Venezuela como un “régimen dictatorial” porque tiene “más de 2.000 personas detenidas arbitrariamente después de las elecciones”, el líder de la oposición “ha tenido que huir” y los partidos políticos “se han sometido a mil limitaciones en su actuación”. Lejos de ambas declaraciones, José Manuel Albares continúa evitado calificar a Venezeula como una “dictadura”. El último ejemplo fue el viernes pasados en una entrevista en Las Mañanas de RNE, pero ya lo había hecho a finales de agosto, cuando en una entrevista en el Hoy por Hoy de la SER alegó que “un ministro de asuntos exteriores no es un politólogo” para “caracterizar” un país extranjero.

Para remachar, el PP querrá aprovechar la sesión de control de mañana en el Senado para poder el dedo en la herida. Por esto, los populares han cambiado a última hora una de sus preguntas para interrogar directamente a Albares si “es hoy Venezuela una dictadura”. “Entendemos que el ministro Albares no tendrá ningún impedimento en aceptar la pregunta y en aclararnos si para él y para el Gobierno Venezuela es hoy una dictadura o no”, señalan fuentes populares. Además, el miércoles la cámara alta votará el reconocimiento de Edmundo González como presidente de Venezuela, tal como hizo el Congreso la semana pasada con los votos de Vox, el PNV, UPN y Coalición Canaria. Desde el PP animan a Pedro Sánchez a “seguir su afición a cambiar de opinión y apoyar la iniciativa del PP”.