La celeridad con que el PP y Vox han pactado en el País Valencià para formar un gobierno de coalición contrasta con el choque que están exhibiendo en la Región de Murcia. La cara de Valencia y la cruz de Murcia. En la primera pugna, la formación que lidera Fernando López Miras ha excluido de la Mesa de la Asamblea Regional, que se ha constituido este miércoles al mediodía. Con esta jugada, la ultraderecha amenaza con forzar la repetición electoral en el sur del País Valencià. De esta manera, el PP frena la primera gran exigencia de la extrema derecha, que había reclamado presidir el órgano de gobierno del parlamento murciano. La composición final se ha establecido de la siguiente manera: los populares se han quedado con tres sitios en la Mesa -la presidencia, una vicepresidencia y una secretaría- y el PSOE ha obtenido los otros dos -una vicepresidencia y una secretaría.
El movimiento del PP para dejar fuera de Vox de la mesa murciana ha indignado a la formación de extrema derecha hasta el punto que el líder regional ha amenazado con provocar la repetición de elecciones. Según su punto de vista, López Miras ha despreciado la única fuerza que le puede dar la presidencia, "a menos que quiera serlo con los votos del PSOE". "Génova ha decidido que en la Región de Murcia se tiene que ir a elecciones", ha dicho el cabeza de lista ultra en Murcia, José Ángel Antelo. Vox había establecido que su presencia en la mesa era una condición indispensable para el apoyo a la investidura de Fernando López Miras, que se quedó a dos diputados de la mayoría absoluta después de las elecciones autonómicas del 28 de mayo. En el escenario de volver a abrir las urnas, el PSOE ha dejado en el aire esta posibilidad "porque aparecen tránsfugas de bajo las piedras", ha dicho al diputado socialista José Vélez, en referencia a los diputados tránsfugas de Ciudadanos que hace dos años hicieron fracasar la moción de censura contra López Miras.
En la anterior legislatura, el PP cedió la presidencia de la cámara legislativa a Ciudadanos, con quienes había formado gobierno de coalición y ahora la extrema derecha quería lo mismo: presidencia del parlamento regional y consejerías de gobierno. Pero, en este caso, el PP responde que su intención es gobernar en solitario. Sea como sea, los populares suman más diputados que toda la izquierda junta y López Miras podría ser investido otra vez en Murcia con la abstención de Vox. La amenaza de los de Abascal tan solo sería posible si votaran 'no' junto con la izquierda y, de esta manera, la comunidad quedaría abocada a unas nuevas elecciones autonómicas. Aun así, la intención de López Miras es insistir en presionar para hacer valor su resultado holgado en Murcia delante de Antelo, que podría salir perjudicado en una repetición electoral.