En pleno estallido de las revelaciones sobre los vínculos del CNI con el cerebro y los autores de los atentados del 17-A en Barcelona i Cambrils, el PP catalán pone el foco en las víctimas de ETA. Esta tarde, los populares han celebrado un acto en su sede de Barcelona para presentar nueva imagen: la cara gigante de Miguel Ángel Blanco con dedicatorias escritas el día que lo asesinaron.
En la entrada del local de la calle Urgell, el presidente del partido, Alejandro Fernández, ha lamentado que "estamos asistiendo a un intento de blanqueo por parte del independentismo, pero también de los socialistas de lo que fue un drama que denigra la democracia", se ha exclamado que "ahora el nacionalismo convierte a Otegi en referente moral" y ha avisado de que "no nos rendiremos, no lo aceptaremos nunca, no sólo porque no han pedido perdón, sino porque se vanaglorian y humillan a las víctimas".
Le acompañaba la hermana de Miguel Ángel Blanco, el exconcejal del PP en Ermua asesinado por ETA ahora hace 22 años. Marimar Blanco, ha seguido el hilo del líder de los populares en Catalunya. "22 años después algunos partidos que alzaban las manos blancas ahora dan la mano a los del tiro en la nuca", ha sentenciado.
La también presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo se ha quejado de que "ahora parece que como ETA no mata todo se pueda olvidar y dar interlocución y validez a hablar con los herederos de Batasuna como si nada hubiera pasado". Blanco se ha referido directamente al pacto de Navarra, donde el PSOE se ha aliado con Geroa Bai, Podemos e IU para superar al bloque de las derechas. Y ha criticado que los socialistas "han hablado con Otegi como si fuera un interlocutor válido olvidando quién es".
El acto llega a las puertas de la sesión de investidura de Pedro Sánchez de la próxima semana en el Congreso.