Marcha atrás y marcha adelante. El Partido Popular Europeo ha decidido finalmente celebrar su congreso en la ciudad de València, tal como estaba previsto en un inicio y después del posible bandazo que anunció Alberto Núñez Feijóo la semana pasasda. La cita está en el calendario desde hace meses, pero la permanencia de Carlos Mazón al frente de la Generalitat Valenciana después de la DANA, su nefasta gestión y las dudas que lo rodean habían instalado un interrogante sobre el futuro del cónclave. Y hace siete días el líder del PP verbalizó públicamente que se estaba estudiando cambiar de lugar el Congreso del PPE, que se celebrará el martes 29 y el miércoles 30 de abril, porque coincide con un pleno del Congreso de los Diputados y esto dificultaría la asistencia en València de los parlamentarios populares. “Deseo informarles que, tras considerarlo, continuamos con los preparativos para nuestro congreso en Valencia. ¡Junto con vosotros, espero con ilusión un gran congreso en España!”, ha comunicado esta mañana por correo electrónico Manfred Weber, el presidente del PP Europeo, a los miembros de la formación.
Fue después de asistir a la cumbre del PPE en Bruselas, cuando Alberto Núñez Feijóo relató que cuando conocieron las “fechas concretas” del calendario de los plenos ordinarios de la Cámara Baja, pidieron un “cambio” para poder asistir sin problema al Congreso del PPE y “poder tener la seguridad en las votaciones”. “La respuesta del Congreso ha sido una respuesta negativa y de forma tajante. Por tanto, no están dispuestos a cambiar el orden del día, ni están dispuestos a cambiar la sesión de control, ni están dispuestos a cambiar el horario de votaciones”, lamentó el líder del PP, que abrió así la puerta a mover el congreso popular a Madrid para facilitar la logística de los diputados. Sin embargo, a nadie se le escapa el significado político de esta decisión para intentar alejarse de Carlos Mazón, que continúa enormemente cuestionado.
“No se nos quiere dejar acudir al congreso de nuestro partido”
El líder del PP reprobó la “falta de comprensión institucional” de Francina Armengol, presidenta del Congreso de los Diputados, y se mostró cauto ante la posibilidad de que la Moncloa pudiera “introducir cualquier asunto que le interese” en el orden del día con el objetivo de ganar las votaciones. En esta línea, recordó que el día siguiente de la DANA el PSOE decidió suspender la sesión de control al Gobierno, pero mantuvo el debate y la votación sobre el decreto que cambiaba las mayorías para renovar Radio Televisión Española. “Si son capaces de hacerlo la misma mañana de las inundaciones, comprenderá que la cautela exige estar presente en el Congreso de los Diputados durante esos días”, insistió Feijóo. “Si no se nos quiere dejar acudir al congreso de nuestro partido, es evidente que como diputados españoles cumpliremos primero con nuestro deber de diputados, y segundo con nuestro deber de afiliados al Partido Popular Europeo, y tenemos que hacerlo compatible”, remachó.
Sin embargo, desde la Presidencia del Congreso explican que los representantes del PP en la Mesa de la Cámara Baja avalaron el calendario de los plenos previstos entre febrero y junio. Desde el 16 de enero, todos los portavoces parlamentarios tenían la propuesta de calendario, que se aprobó a primera hora el 4 de febrero en la Mesa del Congreso por unanimidad. Al mediodía, se llevó para ser ratificada en la Junta de Portavoces, donde el PP no encontró la complicidad de ningún otro grupo parlamentario para conseguir modificarlo.
Feijóo mantiene el apoyo a Mazón, pero reconoce que “no estuvo a la altura”
Una de las últimas veces que Alberto Núñez Feijóo se pronunció sobre la gestión de Carlos Mazón fue hace diez días. “Ninguno de los dos gobiernos estuvo a la altura”, reconoció. Pero marcó distancia entre la respuesta de la Moncloa y de la Generalitat Valenciana: “Ha habido dos tipos de reacciones: la del Gobierno, que ha sido de persecución a un adversario, y la de Mazón, que ha sido centrarse en la recuperación”. “Sánchez ha ascendido a los responsables de la DANA, mientras que Mazón hizo una crisis de Gobierno y ha condicionado su futuro a la evolución de la reconstrucción”, añadió. Tres días más tarde, insistió que la “responsabilidad del gobierno central y del gobierno autonómico existe”. Ahora bien, desde el último auto de la jueza de Catarroja que investiga penalmente la gestión del temporal, que denunció una “inactividad patente de la administración autonómica”, el líder del PP guarda silencio.